Para agosto el estado definirá si se aprueba o no un nuevo incremento a la tarifa del transporte público en Tamaulipas, adelantó el subsecretario del Transporte, Armando Núñez Montelongo.
Recientemente concluyeron los estudios técnicos que justificarían un ajuste en el cobro del pasaje; derivado de lo anterior, el funcionario estatal consideró como justo y necesario el aumento, ya que desde hace más de 10 años no se había modificado el costo del servicio de transporte.
Sin embargo, aclaró que aún no existe autorización formal para incrementar las tarifas, pero reconoció que el ajuste podría anunciarse a mediados o finales de agosto luego de revisar los aforos, la rentabilidad de las rutas y los reportes económicos presentados por los concesionarios.
“Existe una solicitud formal para incrementar la tarifa del transporte público en el estado, pero estamos analizando que sea después de agosto”, puntualizó Núñez Montelongo.
El actual costo por viaje se mantiene en 11 pesos para el público en general y 9 para estudiantes y adultos mayores y, en caso de autorizarse un incremento, no rebasaría un peso adicional, según adelantó el subsecretario.
En ese contexto, dijo que el posible ajuste tarifario se reactivó luego de que en Nuevo Laredo se reportara un aumento unilateral por parte de algunos concesionarios.
Pese a lo anterior, Núñez Montelongo desmintió que exista una autorización estatal al respecto y aseguró que ya se realizaron operativos para restablecer la tarifa vigente.
“No se han recibido quejas formales de usuarios, pero se mantiene el monitoreo en esa ciudad fronteriza”, aclaró.
Añadió que las acciones de inspección han sido inmediatas y que personal estatal ha verificado que se cumpla con los costos autorizados.
Para garantizar el orden, también se han coordinado con autoridades municipales, que recientemente otorgaron un apoyo de 40 litros de diésel por unidad, como una medida temporal para mitigar los costos operativos de los transportistas.
Entre los argumentos planteados por los concesionarios para solicitar el ajuste tarifario, destacan los bajos niveles de aforo en ciertas rutas, especialmente en zonas periféricas o con escasa densidad poblacional.
“El argumento de los concesionarios es que algunas rutas mueven muy poco pasaje. Estamos confirmando esos datos”, explicó.
En ese sentido, reconoció que algunos prestadores del servicio han comenzado a implementar mecanismos de control y eficiencia, como barras contadoras y cuentacocos, lo que permitirá una evaluación más precisa de la operación en campo.
Uno de los principales elementos que respaldan la posibilidad de un incremento tarifario, según Núñez Montelongo, es el hecho de que durante los últimos nueve años no se ha autorizado ningún ajuste.
“No se puede exigir modernización sin ingresos dignos”.