Urge seguridad laboral

Centros de trabajo continúan siendo espacios de alto riesgo, pues entre 2014 y 2024 se registraron mil 648 muertes, señalan INEGI y Secretaría del Trabajo

En Tamaulipas mueren en promedio 153 personas al año por accidentes en sus centros de trabajo, revelan informes del INEGI y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

A pesar de los avances normativos y los discursos oficiales en materia de seguridad laboral, los centros de trabajo continúan siendo espacios de alto riesgo, pues ntre 2014 y 2024 se registraron mil 648 muertes relacionadas con accidentes laborales.

Un análisis realizado por EL MAÑANA de registros de la última década acumulados por año, municipio, sexo y tipo de accidente, revelan que 95 de cada 100 muertes corresponden a hombres, y las caídas, atrapamientos y golpes son las principales causas de accidentes en los centros de trabajo.

Aunque en años recientes se observa una ligera reducción en el número de muertes, con 134 en 2024, frente a 145 en 2023, el volumen de accidentes laborales sigue siendo elevado. 

Tan solo en 2024 se reportaron cuatro mil 693 accidentes, mientras que en 2025, con datos aún parciales, ya se contabilizan cuatro mil 301 casos.

Este comportamiento confirma que menos muertes no significan menos riesgos, sino una alta exposición cotidiana de miles de trabajadores a condiciones peligrosas que, en muchos casos, no llegan a desenlaces fatales pero sí dejan lesiones permanentes, incapacidades o secuelas físicas y emocionales.


Sin embargo, los hechos violentos no son la principal causa del riesgo laboral, por el contrario, las exposiciones a fuerzas mecánicas inanimadas encabezan la lista de accidentes más frecuentes.

Este rubro, que incluye golpes, atrapamientos, caídas de objetos, maquinaria, herramientas y estructuras, registra más de mil casos anuales de manera constante, consolidándose como el principal peligro en los centros de trabajo. 

A ello se suman las caídas, tanto al mismo nivel como de distinto nivel, que superan entre mil 400 y mil 500 atenciones por año en los periodos más recientes.

Ambos tipos de incidentes reflejan fallas en la seguridad industrial, mantenimiento de instalaciones, uso de equipo de protección personal y capacitación, factores que siguen siendo determinantes en la ocurrencia de accidentes graves y fatales.

En tercer lugar se ubican los accidentes relacionados con el exceso de esfuerzo, viajes y privación, asociados a sobrecarga física, movimientos repetitivos, jornadas prolongadas y fatiga, con cifras que oscilan entre 600 y 770 casos anuales.

A la par, crece una categoría que hasta hace algunos años era marginal, las personas con riesgos potenciales para su salud por factores económicos y psicosociales, vinculados al estrés laboral, presión productiva y condiciones adversas de trabajo, con 300 a 475 casos por año. 

Este fenómeno refleja un deterioro de la salud laboral que puede derivar en accidentes, enfermedades crónicas y ausentismo.

Los accidentes de transporte constituyen otro bloque relevante, ya que los ocupantes de automóvil lesionados mantienen cifras de 300 a 345 casos anuales, mientras que los motociclistas, uno de los grupos más vulnerables, registran entre 230 y 246 casos. 

A ello se suman los peatones lesionados, con alrededor de 100 a 130 casos por año, muchos de ellos en trayectos relacionados con actividades laborales.

En cuanto a cada municipio, Victoria encabeza la lista con 648 fallecimientos, seguida de Tampico con 248 y Reynosa con 222. 

Les siguen Nuevo Laredo (115), Madero (81), Matamoros (74) y El Mante (68), mientras que municipios como Altamira, San Fernando, Miguel Alemán y Río Bravo también presentan cifras significativas.

El impacto por sexo es contundente, pues mil 565 de las muertes corresponden a hombres, frente a 83 mujeres, lo que equivale a más del 95 por ciento de los fallecimientos. 

La disparidad está relacionada con la alta participación masculina en sectores de riesgo como la construcción, transporte, industria y actividades que demandan esfuerzo físico intensivo.

Los accidentes laborales mecánicos y las caídas superan por mucho a otros factores, y el desgaste físico y psicosocial emerge como un problema de fondo. 

A más de una década de distancia, las cifras evidencian que la prevención, la supervisión y la cultura de la seguridad siguen siendo el mayor riesgo para la base trabajadora.