La Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) realizan un análisis técnico del nivel de presas en Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Durango para definir si deberán aportar agua para cumplir con el pago de agua a Estados Unidos correspondiente al ciclo 36 del Tratado de Aguas de 1944.
El gobernador Américo Villarreal Anaya aseguró que cualquier decisión deberá garantizar primero la suficiencia para la población.
Lo anterior luego de sostener reuniones con el director general de la Conagua, Efrain Morales López en Ciudad de México.
En entrevista a su arribo a Palacio de Gobierno, el mandatario detalló que la revisión de las reservas hídricas forma parte de las conversaciones sostenidas en Ciudad de México con la Conagua y el CILA, luego de que México cerró el pasado 26 de octubre con un déficit en la entrega de agua a EU.
Sin embargo, no es una decisión definitiva, sino que se ve como una posibilidad para cumplir con las cuotas establecidas en el tratado internacional.
“Estamos viendo la condición del cierre del ciclo número 36 de cinco años de entrega de agua a Estados Unidos, y que a pesar de las condiciones de entrega que se han dado en el último año, que se cerró el 26 de octubre, todavía México tiene un déficit de entrega de ese ciclo a los Estados Unidos”, explicó.
Villarreal Anaya indicó que se evalúa la situación integral de las presas que abastecen la cuenca del río Bravo, desde los afluentes ubicados en Durango, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León, además de Tamaulipas.
El objetivo, dijo, es determinar “de qué forma podría incrementar el aporte anual sin afectar la suficiencia de agua a las zonas urbanas para que sigan teniendo su desarrollo social e industrial”, así como atender los ciclos agrícolas de los distritos de riego, principalmente el 026 en Tamaulipas, uno de los más grandes del país.
Sobre la instalación de letreros en los límites de la Playa Bagdad de Tamaulipas con Texas, el gobernador señaló que la Secretaría de Marina (SEMAR) los retiró, luego de que este hecho provocó dudas sobre un posible invasión a territorio mexicano.
Señaló que se trata de un tema binacional que se está aclarando con autoridades estadounidenses, luego de que personal civil cruzó el río Bravo para instalar las señalizaciones del lado mexicano.
“Nosotros fuimos informados muy tempranamente por redes sociales de compañeros y amigos pescadores de la misma playa Bagdad, en donde había presencia de personal civil que andaba colocando estos letreos”, relató.
De acuerdo con dichos reportes, las personas responsables “habían pasado en lancha el río Bravo para colocarlos de este lado a nivel nacional”, bajo la afirmación de que la geolocalización satelital indicaba que esa zona correspondía al cauce del río.
Sin embargo, el gobernador pidió aclarar la fecha empleada como referencia.
“No sabemos y estamos interrogando para saber qué fecha se refieren de que por ahí pasó el río Bravo”, señaló.