El daño causado por los incendios forestales en Tamaulipas se duplicó en el último año, de acuerdo con cifras oficiales de la Comisión Nacional Forestal.
En lo que va del 2025 se han registrado 20 siniestros que han devastado, aproximadamente, 18 mil hectáreas de superficie, lo que representa un incremento del 200% respecto al año anterior, cuando se contabilizaron nueve mil hectáreas afectadas en 30 incendios.
Carlos Argueta Spínola, titular de la Promotoría de Desarrollo Forestal de la Conafor en la entidad, confirmó que los focos más activos se localizaron en municipios del altiplano y la sierra de Tamaulipas, siendo Casas, Tula y Nuevo Morelos los más golpeados por el fuego. “Ahorita, a la fecha, llevamos 20 incendios forestales con una afectación de alrededor de 18 mil hectáreas, principalmente en 10 municipios en el altiplano, sobre todo ahí en la zona huasteca, en lo que es sierra de Tamaulipas”, informó el funcionario durante el evento del Día Nacional del Combatiente de Incendios Forestales, esto en el 77 Batallón de Infantería.
El aumento en la superficie siniestrada está directamente relacionado con las condiciones climáticas atípicas registradas en la región, como la sequía recurrente y las heladas tardías.
“El cambio climático nos ha desfavorecido, tuvimos una sequía recurrente toda la mitad del año pasado y este también. Estuvo muy seco, las condiciones eran muy adversas en todos los incendios que se presentaron”, explicó Argueta.
A pesar del aumento en la superficie consumida, la mayoría de los incendios registrados en 2025 fueron de carácter superficial y no afectaron significativamente la masa forestal madura, según reportes preliminares.
“Afortunadamente fueron incendios, la mayoría en este año fueron superficiales, no afectaron al volado adulto, la mayor parte fue matorral y pastizales naturales, sobre todo en lo que es el municipio de González”, detalló el titular de CONAFOR.
Señaló que aunque algunas zonas ya se encuentran bajo programas de reforestación, la estrategia prioritaria es permitir que los ecosistemas se recuperen por medios naturales, aprovechando la humedad de las lluvias recientes.
“Normalmente esperamos dos años para ver si se recupera por la misma revegetación natural que se da. Afortunadamente con los fenómenos meteorológicos que tuvimos el año pasado y este, pues ha habido abundantes lluvias, entonces se están recuperando naturalmente la mayor parte de las áreas incendiadas”.
En áreas donde la recuperación natural no ha sido posible, como en zonas de sobrepastoreo o erosión severa, ya se realizan labores activas de reforestación con especies nativas del matorral tamaulipeco; estas acciones se concentran principalmente en municipios como Jaumave y Bustamante.