700 mil personas mueren al año por resistencia a antibióticos

El informe enfatiza que la resistencia a los medicamentos no es sólo un grave problema sanitario, sino que afectará seriamente a la economía mundial

El Grupo de Coordinación Interinstitucional para la Resistencia a los Antimicrobianos de las Naciones Unidas (IACG, en sus siglas en inglés), ha publicado un informe que exige tomar medidas para frenar con urgencia la resistencia de ciertos patógenos a los medicamentos, que ya hoy es la causa de 700 mil muertes anuales y que estiman, en 2050 podría provocar el fallecimiento de diez millones de personas al año.

Pero la farmacorresistencia puede tener repercusiones que irían más allá de lo meramente sanitario. Según el informe podría dañar la economía a un nivel catastrófico, similar a la crisis de 2008 y hacer que 24 millones de personas se vieran abocadas a la pobreza extrema debido al aumento en los gastos sanitarios y al impacto en la producción de alimentos, el comercio y el aumento de la desigualdad. La situación es tal que el informe plantea que la resistencia a los medicamentos es una de las mayores amenazas a las que se enfrenta la comunidad global.

FÁRMACOS, CADA VEZ MÁS INEFICACES CONTRA ENFERMEDADES COMUNES

Los medicamentos antimicrobianos, como los antibióticos, antivíricos, antifúngicos y antiprotozoarios, resultan cada vez menos eficaces para tratar enfermedades que hoy se consideran comunes como las infecciones respiratorias, urinarias y de transmisión sexual.

En la actualidad, alrededor de 230 mil personas fallecen por tuberculosis que no reacciona a la medicación, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La razón de esta peligrosa situación no es otra que el uso indebido y excesivo que se ha hecho de estos fármacos en humanos, animales y plantas. El escaso acceso a medicinas, vacunas y pruebas diagnósticas asequibles y de calidad, son factores que también influyen en la creciente falta de eficacia de los medicamentos.

El informe plantea también algunas medidas que podrían minimizar el impacto de la resistencia a los antimicrobianos, como invertir en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que combatan la resistencia a estos medicamentos y promover programas de sensibilización para el uso responsable de los antibióticos por parte de los profesionales de la salud humana, animal y vegetal. Recomiendan, a su vez, la eliminación progresiva de algunos antimicrobianos que se utilizan en el sector de la agricultura.