Si no tienes aire acondicionado

La ducha, nunca fría Es un gustazo, sí. Pero dura poco. El choque térmico con agua fría produce una sensación de frescor instantánea, pero reactiva el organismo y el gasto energético, provocando un aumento de la temperatura. Si quiere ir a la cama fresco y limpio, hágalo con agua templada. Las sábanas, de algodón Los tejidos hechos con materiales naturales son los más transpirables, así que si todas sus sábanas son de poliéster, invierta en un juego fino de algodón o lino (aunque este último se arruga un poco más). Hay quien se atreve a meter la ropa de cama en el congelador, para que esté fresca en el momento de ir a dormir. (No podemos confirmar si realmente funciona, pero si decide probarlo, hágalo dentro de una bolsa de plástico... ¿No?). De día, todo cerrado De poco sirven todos estos consejos si durante el día deja las persianas o cortinas subidas, permitiendo que se cuelen los generosos grados de la calle. Y ya de noche, hay otras opciones más creativas, como poner sábanas mojadas en la ventana para bajar la temperatura global de la habitación, o colocar un ventilador dirigido hacia el exterior, para impedir que entre el bochorno. La ‘cucharita’ con su pareja, prohibida Con esas temperaturas, los mimos con su pareja pueden esperar. Dormir toda la noche haciendo ‘spooning’ (abrazados como si no hubiera un mañana) eleva la temperatura corporal. La web dormir.org.es recomienda que lo haga solo. Si no quiere ser tan drástico, puede compartir cama… Pero ‘que corra el aire’. ¿Y qué hacer con la postura? La decisión es también muy personal, pero evite que brazos y piernas se toquen entre ellos para que el aire le dé en todo el cuerpo. Delante del ventilador, hielo  La técnica es muy rudimentaria, pero quienes lo han probado aseguran que funciona, porque el aire que llega es más fresco. Aunque es seguro que el hielo no aguante toda la noche sin derretirse. Y si tiene ventilador de techo, lea bien las instrucciones. Si lo utiliza en el sentido contrario a las agujas del reloj, evitará que el aire caliente que se acumula en la zona superior de la habitación baje a la cama. Los pies, fuera Los diez dedos de los pies son especialmente sensibles, porque tienen muchas terminaciones nerviosas. Antes de dormir, pueden ponerse en remojo (¡nada de agua helada!). Y durante la noche, estará más fresco si no los esconde debajo de las sábanas. Para cenar, sopa fría Las comidas copiosas que se consumen en caliente (sopas, estofados y derivados) obligan al cuerpo a producir más calor para digerirlas. El gazpacho es una sopa fría con ingredientes como el aceite de oliva, vinagre y hortalizas crudas: generalmente tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo. Suele servirse fresco en los meses calurosos de verano.