El proyecto se centrará en la reducir las principales causas atribuidas a la disminución de la especie: la mortandad por colisiones vehiculares, la destrucción ilegal de su hábitat y la caza mediante acciones sociológicos que permitan restaurar la imagen del lince en cazadores.
En 2021, 12 ejemplares fueron arrollados por un vehículo, advierte la asociación especializada en la protección de este animal Centre Athénas.
"La especie humana avanza cada vez más en la naturaleza, hay cada vez más vehículos, con un flujo importante de trabajadores fronterizos", comenta al respecto Gilles Moyne, director de Centre Athénas y quien aboga por la creación de zonas refugios para la especie.
"No se han puesto los medios necesarios para luchar contra la caza furtiva".
En 2020, se abrieron investigaciones bajo el concepto "destrucción de especie protegida" tras el deceso de cuatro linces por armas de fuego.
El lince boreal llegó de Suiza a Francia en años cercanos a 1970; se instaló en el Macizo del Jura, cordillera que actualmente acoge a dos tercios de los 150 ejemplares presentes en Francia. El resto está en los Alpes y de manera esporádica, en el Macizo de Vosgos.