En 1971, Justino Compeán y Eduardo "el Negro" López Negrete querían organizar unas carreras de autos y un pequeño concierto. Lo que terminó ocurriendo fue el festival de Avándaro, un evento masivo en el Estado de México que generó titulares escandalosos en la prensa, con acusaciones de libertinaje, desnudez, drogas y caos.
Autos, Mota y Rocanrol, nueva película de José Manuel Cravioto, reconstruye esa historia desde el origen, siguiendo a los dos jóvenes que, sin proponérselo, encendieron una chispa que se les salió de las manos.
"Me interesó contar la historia desde el punto de vista de dos chavitos que, a sus treinta años, recién egresados de la Ibero, terminan organizando el evento más desmadroso de México. Justino me contó todo en primera persona y su relato fue clave para decidirme a hacer la película", dijo Cravioto (Olimpia, El Más Buscado, Entra en Mi Vida).
Para dar forma al relato, Cravioto eligió el falso documental como vía narrativa. Este formato, encabezado por un equipo de cineastas jóvenes que siguen a Campeán (Emiliano Zurita) y "El Negro" López Negrete (Alejandro Speitzer), permitió combinar sátira, elementos documentales y archivos reales para recrear la época sin recurrir a una producción de gran escala y optimizar recursos.
"El costo de tener los mejores equipos y herramientas es alto, sobre todo para una película de ficción con recreación de época, en un momento en que la industria se volvió muy cara. Entonces pensé: ¿cómo le damos la vuelta? Me divertía más la idea de contarla desde algo que no había hecho antes, como un falso documental, que repetir una gran producción".
Uno de los aspectos técnicos que reforzó el enfoque fue que el 90 por ciento del rodaje se hizo en 16 mm. Cravioto buscaba una textura que evocara el espíritu de los años 70 y diera al filme la apariencia de una cinta rescatada de archivo.
"Mucha de la gente que participó es muy joven, desde actores hasta el equipo detrás de cámara. Para ellos fue algo mágico filmar por primera vez en celuloide, y eso le dio una mística al rodaje que creo que la película tiene y transpira".
La ambientación se complementó con imágenes reales del evento, algunas obtenidas en colaboración con la Filmoteca de la UNAM. Parte del material que definió el diseño visual del proyecto proviene de archivos periodísticos y del libro "Yo Estuve en Avándaro: 50 años", con texto de Federico Rubli, fotos de Graciela Iturbide, introducción de Justino Compeán y prólogo de Luis de Llano.
"Al ver las imágenes y la narración (en el libro), dije: 'Quiero reproducir algo de eso'. Hubo como un cerillazo creativo, pensé: 'Quisiera lograr algo que me llevara a lo que Graciela Iturbide fotografió, a la magnitud del evento, y con esa emoción quiero lograr eso'".
En el 'mockumentary' también aparecen representaciones de bandas como los Dug Dug's, Peace and Love y Three Souls in My Mind. También surge una figura no nombrada pero reconocible como Javier Bátiz, referente clave del rock nacional, fallecido en 2024.
Además de ser una carta de amor al rock, el filme también funciona como un tributo al cine. Cravioto incluye personajes provenientes de su filme Olimpia (2018) e incorpora guiños que el público cinéfilo sabrá identificar.
"Sin duda, Autos, Mota y Rocanrol es cine dentro del cine. Disfruto mucho las películas que hablan del proceso de hacer cine".
La película, que también cuenta con las actuaciones de Ianis Guerrero, Enrique Arrizon, Juan Pablo de Santiago y Riu Senderos, compite por el Premio Mezcal de Ficción en el FICG 40. Podrá verse en cines comerciales hasta el 11 de septiembre.
Proyecciones en el FICG
7 de junio
18:00 h
Cineteca FICG - Sala 01 Guillermo del Toro
8 de junio
15:00 h
Cinépolis Centro Magno, Sala 05
Con sesión de preguntas y respuestas (Q&A)
9 de junio
20:00 h
Plaza de la Liberación