Su obra de arte, gracias

La figura del marchante que asesoraba a coleccionistas y amantes del arte está empezando a mutar en algo parecido a un algoritmo. Es el nacimiento del ‘dealer’ cíborg, dispuesto a cambiar las dinámicas del mercado

Empieza a circular en la jerga artística un nuevo tipo de marchante que poco tiene que ver con el típico representante o asesor de arte, que vive prácticamente en un avión y conoce al dedillo la escena del arte. Se trata de un tipo de dealer cíborg que vive la vida en streaming y que ofrece gran variedad de información asociada a los gustos de cada cual, más o menos como funcionan los algoritmos de Spotify. Su trabajo pasa por un buen radar de novedades casi a modo del conocido Discover Weekly de esa plataforma musical. Puede que lea esto con un poco de estupor, pero llevamos tiempo acostumbrados a que una máquina se ponga al otro lado de la línea o nos dé las gracias cada vez que compramos pitillos. La pandemia ha empujado al mundo del arte, tradicionalmente analógico y tendiente al beso, hacia un ámbito virtual que se parece cada vez más a una gran pista de patinaje. Es fácil resbalar si no se domina el equilibrio entre lo online y lo offline, entre el antiguo beso y el nuevo codo, o entre visitar una exposición y un PDF en tu bandeja de entrada.

Hay cosas que asombran de este 2021. Mientras las ferias de arte se fueron anulando, las ventas online en subastas han sido apabullantes. El año pasado, Sotheby’s creció un 413% y Christie’s, un 120%. Buen momento para coleccionistas con tiempo extra y el tirón de la pantalla. También subieron las catas de vinos online como nueva forma de negocio artístico. Las bodegas culturetas empezaron a emerger en Zoom desde que la neoyorquina Winston Art Group, conocida empresa de asesoramiento y tasación de obras de arte, empezara a paladear chardonnay y whisky mientras hablaba de Warhol y Basquiat. Tal ha sido el éxito que ya han sacado una app, llamada Vitis, que permite a los clientes analizar sus colecciones, revisar el valor de sus obras y debatir entre oportos si es momentos de conservar, vender o beber.