‘Parásitos’ y el potencial cultural de Corea del Sur

Yeongjo Hwangbo, profesor en una universidad del país asiático, analiza el éxito de la ganadora de los Oscar y la influencia de esta nación

Parásitos, una película surcoreana dirigida por Bong Joon-ho, ganadora del Oscar a mejor película y de la Palma de Oro del Festival de Cannes, nos hace sonreír viendo la historia de una familia paupérrima y su relación con una familia enormemente rica, y nos convence su alegato contra la desigualdad, una forma de las contradicciones estructurales del capitalismo. Por otra parte, BTS, una boy band surcoreana, empezó a ser reconocida a nivel internacional en 2017 y consiguió entrar en la Billboard Hot 100 (lista de los temas más vendidos en EE UU). BTS fue el primer grupo en tener tres álbumes número 1 en la Billboard 200 en menos de un año (2018-2019) desde que The Beatles lo lograran en 1995.

La película Parásitos y la banda BTS son ejemplos representativos de la ola coreana o Hallyu. La ola coreana es un neologismo que se refiere al aumento de la popularidad a nivel global de la cultura contemporánea de Corea del Sur desde mediados de la década de 1990, según la periodista Lara Farrar. Al principio, el término Hallyu, que se originó en China, hacía referencia a los dramas coreanos que han ganado popularidad fuera del país. Dramas como Sonata de Invierno (2002), Una joya en el palacio (2003), Full House (2004) comenzaron a encender el interés por la cultura coreana en el mundo asiático y en algunos países suramericanos. En 2016, Descendientes del sol alcanzó más de 2.000 millones de visualizaciones en Internet. Además, el K-pop llegó, con el debut de Super Junior (2005), Big Bang (2006) y otros artistas, a gran parte de Asia. Sobre todo, el vídeo musical de PSY Gangnam Style se convirtió en el primer vídeo de YouTube en alcanzar a más de mil millones de reproducciones, en 2012.Entonces, ¿por qué Corea del Sur se ha convertido en un potencia cultural, tanto en las series como en la música K-pop y el cine? Habría múltiples fundamentos. Uno de ellos es, sin duda, los talentos excepcionales individuales. Pero no voy a tratar de esos aquí. A mí me interesa las razones más fundamentales y estructurales.

En primer lugar, las grandes transformaciones aparecidas en la historia contemporánea de Corea. El país ha sufrido un conflicto fratricida equivalente a la Guerra Civil de España. Después de la guerra (1950-1953), Corea del Sur experimentó un período de rápido crecimiento económico conocido localmente como el milagro del río Han y pasó a considerarse globalmente como uno de los cuatro tigres asiáticos. Corea del Sur también ha sufrido la larga dictadura de Park Jung-hee, como la dictadura de Franco en España. Es en 1987 cuando el país vivió sus primeras protestas civiles y pacíficas, para después experimentar una modernización política y económica en un corto período de tiempo. Con lo cual ha sufrido múltiples conflictos, muchos dolores profundos y diversas transformaciones complicadas, que a los coreanos les han dado la oportunidad de pensar e imaginar.

En segundo lugar, Corea del Sur trataba de articular el Estado en torno a la educación y casi todos los ciudadanos se han quemado las pestañas en creer el refrán “las cañas se vuelven lanzas”. Así han conseguido un nivel educativo bastante alto.

En tercer lugar, los coreanos son muy sensibles a la moda. Por ejemplo, los aspirantes a cantantes y producción cinematográfica son innumerables.

Finalmente, las políticas y apoyos de los Gobiernos y las empresas. Especialmente, el presidente Kim Young-sam (1993-1998) proporcionó apoyo y subsidió la producción cinematográfica como parte de la estrategia de exportación del país en 1994. El mandatario instó a tomar nota de cómo los ingresos totales generados por el filme Parque Jurásico habían logrado el equivalente a la venta de 1,5 millones de automóviles Hyundai. En aquel tiempo, el Ministerio de Cultura creó una oficina de industria cultural y se alentó a muchos inversores a expandirse en el cine. En 1996, SM Entertainment lanzó la banda de chicos H.O.T., quienes se convirtieron en la primera banda de K-pop moderno en obtener éxito en el extranjero.