Cuando una trabajadora del hogar polaca descubrió en 2020 un sobre polvoriento con la inscripción “Polonia II”, entre documentos personales antiguos en una casa de Brunswick (Alemania) cuyo dueño había muerto, aún no era consciente del alcance de su hallazgo. Sabía que los 140 negativos de fotografías que había dentro del sobre tenían un valor histórico, pero no que se convertirían en el primer registro visual del comienzo de la ocupación nazi de la ciudad polaca de Oswiecim, llamada Auschwitz por los alemanes. Las instantáneas muestran el día a día de la comunidad judía bajo el control del Tercer Reich, antes de la construcción del mayor campo de concentración y exterminio del Holocausto, que empezó a funcionar en junio de 1940 y donde perecieron más de un millón de personas.
“Son un documento único. No solo de la ocupación alemana de Oswiecim y los crímenes cometidos, sino, sobre todo, de un rastro histórico que muestra a la comunidad judía al borde del Holocausto”, declara a EL PAÍS Artur Szyndler, historiador y comisario jefe del Museo Judío en Oswiecim, institución que adquirió las fotografías a finales del año pasado. Las instantáneas eran propiedad del doctor nazi Hermann Barmeyer, quien vivió con su familia en Oswiecim entre 1939 y 1940. En una de ellas se le puede ver a él, uniformado, comiendo junto a su familia y con un retrato de Adolf Hitler al fondo. “Probablemente, fueron tomadas por alguien de los Barmeyer o por algún soldado alemán a petición de la familia. La calidad de las fotografías demuestra que no se trataba de fotógrafos profesionales”, explica Szyndler.
El doctor nazi y dueño original de las fotos, Hermann Barmeyer (primero desde la derecha), junto a su familia en el comedor de su casa ubicada la calle Jagielly de Oswiecim, en la que vivió de 1939 a 1940.
Una de las primeras medidas de los nazis al invadir la ciudad en septiembre de 1939 fue cerrar los negocios y comercios de los judíos o ponerlos bajo administración de una persona designada por los alemanes. La comunidad judía empezó a depender totalmente de las autoridades de ocupación. En la noche del 29 al 30 de noviembre de 1939, las fuerzas armadas de Hitler quemaron la Gran Sinagoga, construida en 1879 y cuyos restos forman desde 2022 el parque conmemorativo de Oswiecim.
Los trabajos forzados eran una práctica habitual a la que eran sometidos diariamente entre 120 y 200 judíos. Desde principios de mayo y hasta junio de 1940, a petición del comandante del futuro campo de Auschwitz, Rudolf Höss, el alcalde de la ciudad obligó adicionalmente al consejo de ancianos de la comunidad judía a destinar a unos 250-300 hombres a trabajar cada día. Se les ordenó que trabajaran limpiando la zona de los antiguos barracones donde se iba a ubicar el campo, a las afueras de la ciudad.
El Museo Judío en Oswiecim, ubicado en el centro del casco antiguo, todavía no tiene preparada una exposición para mostrar las instantáneas, a pesar de que ya publicó algunas de ellas en su cuenta de Facebook. Su intención primero es “desarrollar adecuadamente” el material desde un punto de vista histórico. “Esperamos identificar las otras localizaciones de las fotos (ciudades, pueblos, lugares). Ya hemos pedido ayuda a otros investigadores, historiadores y museos”, explica Szyndler.
En el caso de las personas que aparecen en las imágenes, será “extremadamente difícil identificarlas más allá de los miembros de la familia Barmeyer”. De todos modos, el museo ha pedido ayuda a los grupos de redes que se ocupan de la historia judía.