Los avances médicos y técnicos han cambiado de tal forma la vida de los niños que nacen con sordera profunda, que a veces es casi imposible distinguir su habla de la de un oyente
‘Mi hijo ya puede oír’
Los avances médicos y técnicos han cambiado de tal forma la vida de los niños que nacen con sordera profunda, que a veces es casi imposible distinguir su habla de la de un oyente