Érase una vez un éxito

La lectura entre niños y adolescentes ha salido reforzada del confinamiento. La necesidad de compensar con libros de papel el uso de pantallas durante el encierro y el aprecio renovado por las librerías de barrio han coincidido con una explosión de géneros y formatos. La cosecha de 2021 es deslumbrante

Aunque niños y tecnología sean ya un dúo inseparable, el trabajo diario de todo un sector se empeña en recordar que el libro sigue siendo compañero de aventuras, fuente de curiosidades y refugio pausado frente a la velocidad, el ruido y el vértigo que ofrecen tabletas y móviles. Y las cifras confirman que, pese a esa competencia, los niños siguen queriendo leer —¡en papel!—, y sus padres y abuelos, que lean. Este 2021, año 2 de la pandemia, terminará con un aumento récord de ventas en las librerías especializadas en literatura infantil y juvenil (LIJ). Como beneficio colateral del confinamiento, que trajo un repunte de la lectura y una conciencia de la importancia del comercio de proximidad, los libreros han visto reforzado su papel, cada vez más necesario para encontrar la calidad en un sector saturado de novedades. He aquí un resumen del año en la literatura infantil y juvenil.


1. Más ventas

La pandemia nos hará mejores, repetían algunos como consuelo en los días del confinamiento más duro. Quizás mejores no, pero año y medio después, sí se puede afirmar que la pandemia nos ha hecho más lectores, o si no, al menos, más compradores de libros. La satisfacción general expresada por libreros y editores se confirma con las cifras que maneja la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL). Su portavoz, Álvaro Manso, dice: “En lo que va de 2021, las librerías especializadas en literatura infantil y juvenil han subido en ventas un 26% respecto al mismo periodo de 2019, el doble que las librerías en general. Queda la campaña de Navidad, y la expectativa es crecer 4 o 5 puntos más”. Los datos se comparan con los del año anterior a la pandemia al estar las cifras del atípico 2020 algo distorsionadas. El 13% de crecimiento de ventas del total del sector (sin grandes comercios como FNAC o El Corte Inglés) ya lo considera Manso “totalmente anormal, un año bueno nunca sube de dos cifras, un 7% o un 8%”.

Luis Zendrera, director de la Editorial Juventud y presidente de la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil (OEPLI), califica la subida de ventas tras el confinamiento como espectacular: “Muchos padres se han dado cuenta de que necesitaban libros, si no, los niños estaban todo el día en casa delante de pantallas”. Xosé Ballesteros, director editorial de Kalandraka, piensa sin embargo que “vender libros no significa leer más. El libro tiene un valor simbólico, como objeto de regalo. Se compra mucho más de lo que se lee”.


2. Más librerías de barrio

Las grandes beneficiarias de este aumento de ventas han sido las librerías independientes y de barrio. “La pandemia ha puesto el foco en el comercio de proximidad”, aventura Ester Madroñero, que desde su librería, Kirikú y la Bruja (Madrid), ha notado el cariño y el apoyo de la comunidad. “Se nos valora más, nos piden volver a realizar actividades de animación”, percibe. Esta experimentada librera también destaca el apoyo recibido en el último año por parte de las instituciones y de todo el sector del libro, en forma de ayudas para encuentros con autores, aplazamientos de facturas o mayor facilidad por parte de los distribuidores para dejar los libros en depósito, de forma que se puedan devolver los no vendidos. Las librerías más perjudicadas por las restricciones de 2020 fueron las que estaban en sitios turísticos o centros comerciales, explica Manso. El portavoz de CEGAL destaca que durante el último año, los cierres que se han producido han respondido principalmente a jubilaciones, no a motivos económicos, y se han compensado con aperturas de nuevos espacios, sobre todo en grandes ciudades.

Quizás el capítulo pendiente es que despegue la venta por internet. La pandemia aceleró el proceso para que Todostuslibros.com, la plataforma colaborativa de librerías en la que desde hace años se puede consultar cuál tiene un título concreto para encargarlo, se abrió a las ventas en noviembre de 2020, “pero aún necesita que la gente la conozca”, dice Madroñero, que destaca que “no pretende competir con otras plataformas, sino trasladar el espíritu de las librerías a internet. Que se note que hay una persona detrás, no una máquina”.


Cartel de un filme de Santo, el enmascarado de plata.