¿En dónde queda el País de las Maravillas?

En la película de Alicia en el País de las Maravillas, esa película donde Johnny Depp hace el papel del Sombrerero Loco, hay un mensaje implícito que me gustó mucho

En la película de Alicia en el País de las Maravillas, esa película donde Johnny Depp hace el papel del Sombrerero Loco, hay un mensaje implícito que me gustó mucho. Hacia el final de la película, la joven Alicia ha regresado ya del País de las Maravillas después de haber enfrentado una serie de retos, incluyendo el acabar con el gobierno tirano de la reina de corazones rojos y dar muerte a su mascota, un monstruo que asolaba esas tierras. Alicia convence al ex socio de su difunto padre de la conveniencia de emprender nuevas aventuras comerciales por países lejanos. Este comerciante acepta y, al ver la determinación de la joven y reconocer en ella la misma actitud valerosa y la audacia de su padre, la nombra capitana de la travesía. 

En la escena final, Alicia va parada al frente de uno de los barcos, vislumbrando su futuro en el horizonte. Pero, aunque es la misma persona, hay algo diferente en la Alicia del principio de la película y la Alicia del final. La Alicia del principio estaba llena de temores e inseguridades que se reflejaban en su mirada; su vida estaba controlada por sus miedos y dependía de los demás para tomar sus decisiones. En la Alicia del final, cuyos retos en el País de las Maravillas le demostraron que podía lograr lo que parecía imposible, su mirada ha cambiado, y ahora refleja determinación y seguridad. Ha tomado el control de su propia vida. Con confianza se encamina en busca de sus propios sueños. Después de un proceso ciertamente difícil, ha encontrado SU país de las maravillas. Una pequeña mariposa se posa sobre su hombro y luego lentamente emprende el vuelo, alejándose poco a poco de ella, pero como queriendo decirle que ahora ella, Alicia, también puede volar, también tiene alas para lanzarse en busca de sus sueños, y en tanto que mantenga la confianza en sí misma, nada le impedirá llegar a su país de las maravillas, ese lugar en donde encontrará su plena realización.

Busca dentro de ti

¿En dónde queda el país de las maravillas? Lo llevas contigo dentro de tu corazón, porque no es un lugar físico. Al país de las maravillas llegas cuando descubres que tienes todo lo necesario para lograr lo que te propongas. Claro que implica trabajo. Baden Powell, el fundador del escultismo decía: “Por cada hora de sueños, deben venir cuando menos 20 horas de trabajo”. Implica visión. Tienes que empezar por definir el destino que quieres alcanzar. Nadie puede dar en un blanco que no se puede ver. E implica confianza. Confiar en que llegamos a este mundo equipados con una dotación única de talentos y habilidades que, bien desarrollados y encauzados, te permitirán lograr cosas de las que no te creías capaz. Parte del trabajo al que me refería antes incluye el identificar y desarrollar esos dones que a cada quien se nos dieron.

Una de las grandes enseñanzas del padre de Alicia en la película, que ella recuerda cuando tiene que enfrentar su reto más difícil, es: “Soy capaz de pensar en 6 ‘imposibilidades’ antes de la hora del desayuno”. Dándole a entender que si ella era capaz de imaginar cosas que a muchos (tal vez a ella misma) se les antojarían imposibles, entonces sería capaz de volverlas realidad. “Si puedes soñarlo, puedes realizarlo” decía Walt Disney.

Enfrenta tus miedos

¿Cuáles son tus “imposibilidades”? ¿Te parece imposible que puedas alcanzar un cierto grado de estudios? ¿Te parece imposible que puedas lograr cierta posición en tu trabajo? ¿Te parece imposible que puedas llevar a cabo un determinado proyecto? Había una canción muy conocida hace algunos años llamada “Sueño imposible”, que empezaba con estas hermosas palabras: “Con fe lo imposible soñar”.

Define tus metas y objetivos, aun cuando en este momento te parezcan un sueño imposible. Con perdón de la expresión, “mueve el trasero”, es decir, actúa y ponte a trabajar. Y, por último, deja atrás los miedos, no dejes que te dominen y te paralicen. Éntrale a tus sueños con fe, porque cuando hagas todo esto, habrás iniciado el camino para llegar a TU país de las maravillas, ese extraordinario lugar en donde puedes lograr lo que te parecía imposible.