Matanzas, mentiras y traiciones: Varias series muestran el aciago destino de los indios en EU

‘1923, protagonizada por Helen Mirren y Harrison Ford, ‘Alaska Daily’ o ‘Three Pines’ describen la violencia contra las mujeres nativas

En 1786, cuando Estados Unidos ya era una nación independiente, pero ni siquiera había aprobado su Constitución, fue creada la primera reserva india. Fue el principio de una serie de guerras, matanzas, mentiras, traiciones y promesas incumplidas, que solo fue a peor con la expansión del país hacia el oeste.

El confinamiento en lugares acotados, casi siempre áridos, improductivos y alejados de sus tierras ancestrales, fue uno de los muchos rostros de la aniquilación de los indios norteamericanos.

RESERVAS

Las reservas son lugares desoladores, en los que impera la pobreza y la ley seca ante los problemas de alcoholismo, con casinos y casas prefabricadas en caminos polvorientos o helados, en las que, sin embargo, ha logrado sobrevivir una dignidad ancestral. Una investigación de 2022 de The New York Times reveló que los nativos americanos sufrieron la covid mucho más que cualquier comunidad estadounidense y que su esperanza de vida, que ya era la más baja del país, descendió de 71,8 años a 65,2, una estadística que resume la interminable marginación de las tribus americanas.

Recientemente, se han estrenado varias series que reflejan la realidad dura y compleja de las reservas, tanto en el presente como en un pasado marcado por el racismo y el exterminio físico y cultural. Yellowstone y, sobre todo, su precuela 1923 (SkyShowtime); Reservation Dogs (Disney+, que acaba de estrenar la segunda temporada); Alaska Daily (en emisión en Disney+) y Three Pines (basada en las novelas de Louise Penny, que estrenará el 25 de abril en AXN) reflejan los problemas sociales de los nativos americanos, pero también su sufrimiento a lo largo de la historia. The English (HBO Max) muestra el racismo contra los nativos y la violencia que marcó la conquista del Oeste.

“Hasta ahora, la mayoría de las series ofrecían un retrato muy problemático de los nativos americanos. En muchos casos, sus problemas no representaban más que una nota a pie de página”, explica Liza Black, ciudadana de la nación Cherokee y profesora asociada de Historia y Estudios nativoamericanos en la Universidad de Indiana. “Las series de televisión estadounidenses que estamos viendo en los últimos años son infinitamente más conscientes de los problemas sociales de los nativos americanos que en el pasado”.

Liza Black, experta en la forma en que el cine ha reflejado a los nativos americanos, explica por correo electrónico que el punto de inflexión en el tratamiento televisivo de los nativos se fraguó con el movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan), que se rebeló contra el racismo institucional y la violencia policial en EEUU y que adquirió una dimensión nacional en 2020 tras el asesinato por la policía de George Floyd. “Estas series son una consecuencia del levantamiento global contra la violencia policial y su denuncia de que el racismo infecta todos los ámbitos de la vida estadounidense”, sostiene.

  • “Ese movimiento se nutrió de un importante apoyo por parte de los nativos americanos, que promovieron la retirada de monumentos a los colonizadores europeos y exigieron la devolución de tierras. Muchos guionistas llevaban años intentando conseguir financiación para sus proyectos. 2020 hizo que quienes tenían dinero y poder buscaran proyectos que enviaran el mensaje adecuado sobre los pueblos indígenas”.

Yellowstone y 1923, protagonizada por Helen Mirren y Harrison Ford, reflejan esa nueva mirada hacia una de las tragedias, junto a la utilización masiva de la esclavitud, que esconde la creación y expansión de Estados Unidos. Esta visión crítica de la historia ha encontrado una fuerte resistencia por parte de los sectores más conservadores de la sociedad, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que puede llegar a ser candidato republicano a la presidencia, que se enfrenta a la enseñanza de la llamada Teoría crítica de la raza, que estudia el racismo en las leyes e instituciones estadounidenses.

Las dos series —al igual que 1883, la segunda precuela— están impulsadas por Taylor Sheridan, que ya había tratado la violencia contra las mujeres indias en la película Wind River (2017, que se puede ver en Amazon Prime). Relatan la historia de la familia Dutton, desde su llegada a Montana provenientes de Escocia e Irlanda, hasta su asentamiento al pie de las montañas rocosas junto al más importante parque nacional de EEUU, y su transformación en un imperio de poder, violencia y corrupción con muchos ecos de El Padrino. Una parte importante de la trama de Yellowstone transcurre en una reserva india, pero una subtrama de 1923 relata el enorme sufrimiento que padecieron muchos niños nativos, internados en escuelas religiosas católicas, a las que fueron llevados a la fuerza tras ser separados de sus familias. Allí fueron obligados a cambiar de nombre, se le prohibió hablar su idioma y, en muchos casos, fueron torturados, violados y asesinados. Las mujeres sufrieron especialmente esta violencia. “No creo que haya un grupo peor representado en el cine estadounidense que el nativo americano. Y lo poco que pueda hacer para corregir esa perspectiva histórica en la ficción, lo voy a hacer”, comentaba el director en 1883: el camino del Oeste, el cómo se hizo de la serie.

El crítico Christian Blauvelt escribió en la revista Indiewire el pasado mes de febrero: “Aunque Sheridan ya se ha ocupado con sensibilidad de temas relacionados con los nativos americanos (especialmente en su debut como director, Wind River), esto es algo nuevo: traza una línea directa desde los horrores de la colonización en el pasado hasta las injusticias a las que se enfrentan los nativos americanos en la actualidad y muestra como la herencia del genocidio sigue estructurando sus reivindicaciones actuales”.

Ese tema aparece también las novelas de Louise Penny (publicadas en castellano por Salamandra) protagonizadas por el inspector Armand Gamache (interpretado por Alfred Molina), que constituyen el corazón de Three Pines. La serie transcurre en Canadá, donde el descubrimiento de cientos de tumbas en antiguos internados religiosos causó una conmoción nacional y llevo al papa Francisco a pedir perdón “por el mal que tantos cristianos cometieron contra los pueblos indígenas”.


Imagen de la serie ‘Alaska Daily’.