Marcel Dzama @marceldzama
Es un artista menudo y sonriente de la canadiense ciudad de Winnipeg, con muy poca inocencia a la hora de dibujar todo lo que cuelga en Instagram. Por un lado, rebeldía en el tratamiento con el dibujo, su lenguaje visual por excelencia. Por otro, en el pensamiento de una nueva era, política y feminista, que siempre canaliza entre festivas mascaradas de tintes dadás. En la red social funcionan como dardos: los que lanza contra los movimientos políticos conservadores, especialmente los de Estados Unidos, bajo fuertes críticas al sexismo, el racismo y la homofobia. Entre sus dibujos, Donald Trump conspirando sobre la covid-19 jugando al golf (en la imagen superior) o la policía custodiando la Casa Blanca a golpe de gas lacrimógeno. También los que hizo tras un viaje a México a principios de año, un imaginario tropical y colorista que lanzó en una exposición online la galería David Zwirner en mitad de la cuarentena. O los que realizó recientemente en Marruecos para la serie Louis Vuitton’s Travel Book: un libro que se acaba de publicar también en versión para colorear.
Valentín Roma @vroma70
El deseo de El Amor Proyectos por materializar ideas basadas en la investigación de la danza, las artes vivas y la performance, le han llevado a ser uno de los referentes en el trabajo apenas sin distancias entre esas tres áreas creativas. Algo difícil cuando los límites entre unas y otras son a menudo esquivos y resbaladizos. Cada uno de sus post son testigos de ello, así como de un amplio catálogo de información cruzada, actual e histórica, celebrada por cada vez más seguidores. Ahí está la artista Cecilia Bengolea y sus DUB LOVE, de 2017, una creación concebida junto a François Chagnaud y High Elements, que reinterpreta danzas populares inspiradas en el punk o el reggae con la clásica y los movimientos ritualísticos. También el joven Justin Peck, uno de los renovadores del ballet, capaz de convertirlo en un género innovador, al que se han rendido artistas como Shepard Fairy (Obey) o Sterling Ruby, así como músicos como Sufjan Stevens o Phillip lass. Lo constatamos en Ballet 422, enlazado en esta cuenta de Instagram. Aunque para documento capital está la reconstrucción que hizo Margaret Hastings en 1970 de Los Ballets Triadicos, conocidos como ballets Bauhaus (1922), de Oskar Schlemmer.