Sugiere hijo de Escobar paz contra narco

Sebastián Marroquín, hijo del capo colombiano Pablo Escobar Gaviria, se pronunció porque los gobiernos modifiquen su estrategia armada para combatir al narcotráfico.

Cd. de MéxicoDurante una reunión con integrantes de la Comisión de Justicia del Senado, consideró que las políticas prohibicionistas y las tácticas armadas no han resultado efectivas para detener este fenómeno criminal.¿No es hora de evaluar alternativas de paz y no de guerra frente a las drogas? Matando a los pacientes no se cura la enfermedad. La democracia tiene una deuda pendiente con la sociedad: firmar la paz con las drogas, expresó luego de señalar que los gobiernos gastan más en armas y cuarteles que en educación.Ni los niños ni los adultos aprendemos a punta de pistola. Si tenemos que defender nuestras ideas con armas, entonces es menester revisar nuestras ideas.Al ofrecer su testimonio, Marroquín lamentó que buena parte de los problemas que enfrentó Colombia por el tráfico de drogas, ahora se puedan repetir en México.Hoy veo la repetición de mi vida familiar en las calles de mi querido México, comentó tras recordar que su esposa y su hijo son originarios de este País.Frente a los senadores, el autor del libro Mi padre, advirtió que es necesario evaluar las estrategias empleadas por las autoridades, sobre todo, ante la falta de resultados.Marroquín confió en que el País pueda evitar los daños que ha generado la guerra que se vivió en territorio colombiano.México aún está a tiempo de poder evitar si le presta la debida atención. No es necesario que esta maravillosa patria tenga que repetir esas experiencias (colombianas) para aprender de ellas, aseveró.El conferencista, que en el pasado llevó el nombre de Juan Pablo Escobar Henao, también habló de sus decisiones personales y de su padre quien, dijo, casi sometió al Estado colombiano.Amarlo no me impidió cuestionar su violencia, aseveró.Aprendí que la violencia es el peor negocio. Como hijo de un capo elegí no convertirme en uno. Los narcotraficantes son también seres humanos y sus familias no necesariamente son sus cómplices.Refirió que su padre fue venerado en Colombia, gracias a que se convirtió en un benefactor de los olvidados del Gobierno.Ocupó el lugar que el Estado nunca quiso ocupar. Tenía una idea loca que era poner al narcotráfico al servicio de Colombia. Cada que el Estado se ausenta, siempre va a haber un narco con poder económico para ocupar su lugar, sostuvo.