Pese a que en forma reiterada les han colocado cinta amarilla y han cercado el área del quiosco y bancas.
Los ciudadanos rompen los accesos para disfrutar de un rato con la pareja, sentarse y hasta para comer o platicar.
Los ciudadanos no le temen a los contagios y siguen sin hacer caso pese a los Límites que ponen las autoridades.