Roma, Texas: Nuevo epicentro de cruces ilegales de frontera

Por esta ciudad pasan cada vez más familias y menores que ingresan a Estados Unidos en busca de asilo

ROMA, Texas, EE.UU.  — Oscurece y los agentes de la Patrulla Fronteriza escuchan el ruido de botes que se inflan del otro lado del río Bravo, en México. Saben que van a tener trabajo.

Una hora después, los botes desembarcan unas 100 personas en seis viajes a Estados Unidos, incluidas numerosas familias con bebés y niños de hasta siete años que viajan solos. Todos llevan bandas de plástico amarillo en las muñecas, como si fuesen a entrar a un concierto o a un parque de diversiones, y se las sacan y las tiran al piso tras pisar suelo estadounidense. En las bandas dice "entregas", aparentemente un mecanismo que usan los traficantes para coordinar los cruces del río que separa México y Estados Unidos.


En el 2019 los migrantes preferían un corredor cercano, pero un muro construido durante el gobierno de Trump hizo que se corriesen más cerca de Roma, donde el canal es relativamente angosto, aunque con corrientes fuertes.

Un chico salvadoreño de 17 años dijo que se fue de su casa porque se sentía amenazado por pandillas y que creía que Biden será más tolerante con los migrantes. Cuando se le preguntó cómo sabía cuáles eran las políticas de Biden, respondió que "por lo que dice la gente".

Maynor Cruz, de 29 años, dijo que las políticas de Biden no incidieron en nada en su decisión de partir de San Pedro Sula, en Honduras, hace unos dos meses, pero que oyó que las familias con hijos menores podían permanecer en Estados Unidos.

Agregó que se sentía feliz de estar en Estados Unidos tras un peligroso recorrido por México, durante el cual alguien trató de secuestrar a su hija. Partió de Honduras con su esposa e hijos de siete y dos años porque perdió su trabajo en una fábrica de condimentos al estallar la pandemia y su casa fue destruida por una tormenta tropical en noviembre. Pudo recaudar fondos para el viaje a través de familiares que viven en Estados Unidos.

"Es difícil empezar de cero (en Honduras), con lo que se paga allí", expresó.

En el río hubo un descanso tras el flujo inicial. Aduanas y Protección Fronteriza dijo que el miércoles quedaron 681 menores bajo su custodia. Esa cifra no incluye a los mexicanos, que generalmente son devueltos de inmediato.