Río Bravo, Tam.- Hasta donde ha llegado la osadía de los ladrones que, al actuar con total impunidad, que en uno de tantos latrocinios cometidos tras robar una iglesia fueron a depositar el botín entre algunas tumbas abandonadas en el panteón.
El singular caso de acuerdo a datos obtenidos por quienes realizan labores de limpieza a diario en el Camposanto Antiguo, refiere que una mañana cuando se encontraban llevando a cabo trabajos de limpieza en las lapidas y accesos, se percataron de que había una bocina colocada en los lados de una tumba.
Y en la del costado unos instrumentos musicales, por lo que en un principio llegaron pensar que talvez se estaban preparando para sepultar una persona y era parte del protocolo, pero al preguntar en las oficinas resulto que no tenían nada programado de algún sepelio.
Al investigar salió a relucir que el botín era parte de un robo perpetuado a la iglesia evangélica Tres Cruces situada en la misma colonia del Valle, y fue así como se dio aviso al pastor para el reclamo de los objetos.