Reyes Magos regalan más celulares que juguetes

En la actualidad, los menores prefieren pedir teléfonos celulares de los llamados “inteligentes”, juegos de video y portátiles, y poco a poco se olvidaron algunas tradiciones

Con una sonrisa dibujada en el rostro, sin tomar en cuenta la baja temperatura ni el viento frío, Fernando no deja de pedalear la bicicleta que le trajeron los Reyes Magos, y para regocijo de su padre, a medida que avanza, le grita: “mira Pa, me vuela mi cabello”.“¡Abusado, eh!, no voltees, no te vayas a caer, ve para adelante y no quites la mano del freno”, responde el padre, del mismo nombre quien, satisfecho, se sienta en una banca de concreto en la zona de las canchas de basquetbol.Ya pasa de mediodía y en un recorrido por el parque “Francisco Zarco”, en la Primera Sección de la Colonia San Juan de Aragón, la mañana de este 6 de enero fue como cualquier otra y muy pocos menores acudieron a estrenar los juguetes que les trajeron los Reyes Magos.Sergio Arturo Rivero es un pensionado que desde su juventud gusta de venir a correr y hacer un poco de ejercicio, y en breve charla comentó que en los últimos años el 6 de enero ya no es como antes.“Antes, en el parque, veías a los chavos en bicicleta, triciclo, patines o patineta; otros con sus muñecos y hasta las chavitas se traían sus muñecas, las peinaban en las bancas y se pasaban aquí todo el día, pero ahora yo creo que (los Reyes Magos) les traen más celulares, computadoras y juegos electrónicos, entonces ya ni salen de su casa”.Con Sergio Arturo coincide el padre de Fernando, quien recuerda que en la vecindad donde vivió de niño, en la colonia Valle Gómez, el 6 de enero era para presumir los juguetes en el patio, y si éste era muy chico, de plano irse al parque Plutarco Elías Calles, en lo que ahora es la avenida Congreso de la Unión.“Nosotros fuimos muy pobres, los Reyes nos traían dos o tres cochecitos con los que jugábamos carreterita en el patio, pero una vez nos trajeron una bicicleta para mis dos hermanos y para mí, y entonces nos íbamos al Calles para tener más espacio”, mencionó.Reconoció que en la actualidad, los menores prefieren pedir teléfonos celulares de los llamados “inteligentes”, juegos de video y portátiles, y poco a poco se olvidaron algunas tradiciones, como la de competir en la “carreterita” que se pinta con gis en el piso, e incluso jugar a las canicas o con un yoyo.Comentó que si bien parece que los niños traen un “chip” que les hace manejar a la perfección los celulares, tabletas electrónicas y juegos de video, también es importante que al jugar realicen actividades físicas como andar en bicicleta o patines, practicar el fútbol, basquetbol o correr, por eso se alegra de que su hijo haya aprendido a andar en bicicleta.En tanto, en el parque Plutarco Elías Calles, la presencia de menores es un poco mayor; algunos recorren la zona en bicicleta bajo la mirada de sus padres, otros con la ayuda de un adulto intentan aprender y hasta una pequeña que no logra mantener el equilibrio, se apoya en un par de ruedas pequeñas que trae la llanta de trasera.Ahí, Alejandro del Villar Morales habló acerca del “boom” que tiene la bicicleta desde hace algunos años, a partir de los paseos ciclistas y de “rodadas nocturnas”, consideró que de no ser por ello, los menores sólo emplearían videojuegos.“Me acuerdo que antes los Reyes Magos traían el juego de mesa Turista o el Monopolio para que participáramos varios, pero ahora con eso de los teléfonos celulares, las computadoras y los juegos de video, los chavos cada vez se vuelven más solitarios”.