Ciudad de México.- Mientras los ingresos públicos han crecido por la persecución de la evasión, el gasto se ha contenido, lo que está dejando al Gobiero un balance de recursos que podría ser excesivo.
En enero-mayo, la diferencia entre ingresos y gastos de sector público -sin considerar el pago de deuda- fue de 74 mil 251 millones de pesos, cuando se planeaba se ubicara en mil 400 millones.
Si bien en algunos escenarios podría ser positivo gastar menos de lo que ingresa, analistas ven excesivo este superávit primario.
Es bueno tener un balance primario positivo para evitar que la deuda pública siga creciendo, pero no es positivo que el superávit sea tan grande cuando se está saliendo de una crisis y la economía necesita crecer, explicó Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
POR LOS SUELOS
"Si México fuera un país donde no hubiera en qué gastar, perfecto, pero la inversión pública está por los suelos, no hay gasto en medicinas, ciencia y tecnología, personal administrativo en trámites que están detenidos, entonces ¿para qué queremos tanto superávit?", advirtió.
Agregó que el nivel actual del superávit es signo de una mala planeación financiera, aunque también podría estar atendiendo a generar un "colchón" para gastar los recursos a finales del año, un exceso de recursos de 70 mil millones no es comprensible.