Guadalajara, Jal.
El gobernador anunció que en su administración no permitirá la construcción de la termoeléctrica ya que pone en duda su viabilidad y las afectaciones al medio ambiente
La termoeléctrica “La Charrería”, proyectada por la empresa Fisterra Energy y autorizada por el gobierno federal en el municipio de Juanacatlán no tiene cabida en la entidad, aseguró el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, al afirmar que el proyecto va en contra de las propuestas medioambientales que su administración está desarrollando, porque no cumple con la normatividad en materia de desarrollo urbano, porque genera un conflicto con la disposición de agua, porque hay inconsistencias en el estudio de impacto ambiental y por el incremento de emisiones contaminantes que produciría.
El mandatario explicó que por tratarse de un proyecto que basa la generación de energías a través de fuentes fósiles, va en sentido contrario a la agenda ambiental del Estado, a los compromisos asumidos en el Acuerdo de París, y a la Alianza de Gobernadores Mexicanos por el Clima, que presentó hace unos días en la vigésima quinta reunión de la Conferencia de las Partes (COP25) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en Madrid.
Indicó que su administración seguirá una ruta jurídica para frenar el proyecto, toda vez que la manifestación de impacto ambiental que emitió la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presenta inconsistencias que ponen en duda la viabilidad de la termoeléctrica y las afectaciones reales al medio ambiente.
“Queremos el día de hoy dejar perfectamente claro y fijar una postura: el Gobierno de Jalisco y el Gobierno de Juanacatlán no vamos a permitir el proyecto de la termoeléctrica en este municipio; vamos a hacer un llamado a la inversión privada para que se entienda que en Jalisco vamos a resolver nuestros problemas de abasto de energía apostando a energías limpias y que no vamos a seguir comprometiendo el futuro de las nuevas generaciones”, dijo.