Rebelión de militantes en el PAN

En un ambiente fúnebre por los vaticinios de que morirá si no rectifica y en medio de la conmemoración del 79 aniversario de su fundación, el 16 de septiembre el Partido Acción Nacional (PAN) inicia el proceso para renovar su dirigencia con una colección de trampas que presuntamente favorecen a Marko Cortés, el candidato de los grupos dominantes acusado también de corrupto e inepto.La integración de la “planilla de unidad” que encabeza Cortés, quien ganó el respaldo de la mayoría de los gobernadores con la promesa de romper con el excandidato presidencial Ricardo Anaya; las reglas a su medida elaboradas por la “parcial” comisión organizadora que preside Cecilia Romero, y sobre todo la coacción a militantes para favorecerlo, crispó aún más el ambiente en el PAN.Ernesto Ruffo Appel, candidato a la presidencia del PAN, afirma que acudirá al Instituto Nacional Electoral (INE) las veces que sea necesario para que se corrijan prácticas que sólo favorecen a Cortés y a Héctor Larios, candidatos a presidente y secretario general, así como a los gobernadores. “Esta plantilla de unidad es la Cosa Nostra”.Una de las principales irregularidades en esta etapa inicial del proceso, que es la recopilación de 10% del padrón oficial de los militantes, es la coacción para que sólo favorezca a Cortés, asegura Ruffo Appel. –¿El proceso inició viciado?–Desde endenantes –responde coloquialmente–, porque el predominio de las cúpulas tiene tiempo. Otro de los candidatos es José Luis Espinosa Piña –michoacano como Marko Cortés, cuya trayectoria conoce desde que éste era miembro del comité del PAN en Morelia–, quien advierte: “Su historia no ha sido ni muy limpia ni muy transparente, por decir lo menos”.