Nueva York.
En una ciudad famosa por su falta de paciencia, algunos negocios están abriendo a todo tren en lo que se supone debería ser una salida gradual del encierro por coronavirus.
Algunas tiendas en diversas partes de la ciudad de Nueva York han comenzado ya a dejar que los clientes entren, pese a que la reapertura en fases que comenzó el lunes solamente autoriza recogidas de mercancía afuera de los locales por el momento.
Al menos una decena de clientes revisaban el miércoles la ropa de mujeres en la tienda Mini-Max en el barrio de Sunset Park, en Brooklyn.
Los compradores mayormente controlaron su propio distanciamiento social, lo que no es difícil, dado el tamaño de la tienda, pero la única restricción aplicada por el dueño, Albert Abeal, era que los clientes usasen mascarillas.