Washington.- Entre el periodo del tercer al último año del sexenio de Enrique Peña Nieto y del primero al segundo de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, el gobierno de Estados Unidos registró y confirmó el origen de venta y de manufacturación de 2 millones 475 mil armas recuperadas en escenarios de crímenes en México.
“El resultado del rastreo de armas de fuego se sustenta en la identificación de los proveedores a petición de México”, indica un documento del gobierno de Estados Unidos obtenido por Proceso.
En contraste, un expediente del gobierno de López Obrador, obtenido también por este semanario, establece que en un periodo de siete años las autoridades del país aseguraron 40 mil 438 armas de fuego.
Las estadísticas oficiales de ambos gobiernos son un indicador irrevocable del torrente imparable y creciente del trasiego ilegal de armas de fuego de gran calibre procedente de Estados Unidos, de las cuales la mayoría son de manufacturación estadunidense.
El Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, emitió el documento titulado Data del rastreo de armas: México-2015-2020, donde revela el número de armas usadas en delitos en ese periodo.
El ATF aclara en la desclasificación de las cifras que “no constituyen un ejemplo aleatorio y no deben ser consideradas como representativo del gran universo de todas las armas usadas (en México) por criminales”.
En otra aclaración, el ATF explica que el rastreo que llevó a cabo empezó en la armería en la que se vendió la pistola, el rifle o la escopeta, pero que las fuentes para la búsqueda no necesariamente representan los métodos generales de adquisición del armamento utilizado en un crimen.
La dependencia estadunidense, a pedido de las autoridades mexicanas, determina por medio del Centro Nacional de Rastreo (NTC) el origen de venta y manufacturación de las 2 millones 475 mil armas recuperadas en escenarios de crimen.
En el año fiscal 2015 el ATF “rastreó en México más de 364 mil armas de fuego; en 2016, más de 364 mil; en 2017, más de 400 mil; en 2018, más de 425 mil; en 2019, más de 438 mil y en 2020, más de 484 mil”.
Los folios del ATF marcan anualmente en el periodo de 2015 a 2020 una clara tendencia de incremento en el rastreo de armas de fuego, que abarca solamente el arsenal recuperado en escenas de crimen, lo cual excluye a otros armamentos que no fueron ni asegurados ni confiscados.
Respecto al origen y manufacturación de las armas, lo cual se obtiene por medio del NTC con el número de registro de la pistola, rifle o escopeta, el ATF en este informe se refiere únicamente al periodo que va del año fiscal de 2015 a 2018.
Del total de armas rastreadas e identificadas por el ATF, “51% son de manufactura estadunidense, las utilizadas en escenarios de crimen durante 2015, 50.2% en 2016, 50.6% en 2017 y 50.7% en el año fiscal 2018”.
ARSENAL DE IMPORTACIÓN
La dependencia del Departamento del Tesoro aclara que los porcentajes restantes durante ese periodo corresponden a armas de fuego de las que no pudo rastrear el origen de venta ni de su manufacturación, no obstante que se trata de arsenal de importación “ilícita” en México.
De todas las armas rastreadas por el ATF en el ciclo de seis años, en el año fiscal 2015 el 46.5% correspondió a pistolas, 13.6% a revólveres, 31.5% a rifles, 5.7% a escopetas y 2.7% a otros tipos de armamento. En los años posteriores las variaciones son menores.