China afirmó el domingo que tomará las “medidas necesarias” para responder al veto estadounidense a empresas chinas por su supuesto papel en los abusos contra uigures y otras minorías étnicas musulmanas.
La decisión, afirmó el Ministerio chino de Comercio, supone “una supresión no razonable de empresas chinas y una grave infracción de las reglas económicas y comerciales internacionales”. China “tomará las medidas necesarias para salvaguardar con firmeza los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas”.
No se dieron más detalles, aunque China ha rechazado las acusaciones sobre detenciones arbitrarias y trabajos forzosos en la remota región occidental de Xinjiang y ha respondido de forma progresiva a las sanciones contra empresas y funcionarios con sus propios vetos a las visas y conexiones financieras.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos indicó el viernes en un comunicado que varias firmas de electrónica, tecnología y otros sectores habían ayudado a permitir “la campaña de Beijing de represión, detenciones masivas y vigilancia de alta tecnología” contra minorías musulmanas en Xinjiang.
Las sanciones prohíben a los estadounidenses vender equipamiento y otros objetos a las firmas. Estados Unidos ha redoblado sus medidas financieras y comerciales en represalia por el tratamiento que reciben en China los uigures y otras minorías musulmanas, así como por su represión de la democracia en el territorio semiautónomo de Hong Kong.
El gobierno chino ha detenido desde 2017 a un millón de personas o más en Xinjiang. Las voces críticas acusan a China de gestionar campos de trabajos forzosos y cometer torturas y esterilizaciones forzosas, con el supuesto objetivo de asimilar las minorías étnicas musulmanas.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos indicó que se había añadido 14 empresas a su lista de sanciones por su actividad en Xinjiang, y a otras cinco por asistir a las fuerzas armadas chinas.