Preocupación ambiental

Ante la preocupación por reducir el impacto en el medio ambiente derivado del uso de plásticos, algunas empresas comienzan a echar mano de materiales biodegradables para los empaques de sus productos

Desde hace algunos años, Bimbo comenzó a utilizar en sus productos empaques de polietileno degradable y esto convirtió a la panificadora en la primera empresa mexicana en utilizar este material 100 por ciento amigable con la naturaleza.

Actualmente, 98 por ciento de los productos de la empresa en el País contienen empaques oxobiodegradables que a su vez están respaldados por la tecnología D2W, marca de tecnología plástica de vida controlada que está diseñada para controlar y acortar la vida de productos plásticos normales, así como las envolturas.

Esta tecnología convierte el plástico ordinario en un material con una estructura molecular muy diferente al final de su vida útil, con lo que en dicha etapa ya no se considera plástico, sino un material que puede ser bioasimilado en el ambiente de la misma manera que una hoja.

Mauricio Yáñez, representante en México de Symphony Environmental, dueña de la marca D2W, explicó que estas tecnologías surgieron como ayuda para minimizar el impacto por la permanencia de desechos plásticos en el medio ambiente y los problemas que generó para varios países el descontrol en el uso de estos materiales.

“Al final, como funciona la tecnología es descomponiendo las cadenas de polietileno, las descompone por oxidación, rompe las cadenas y genera subproductos que pueden ser biodegradables.

“Esto está demostrado bajo estándares donde la biodegradación se lleva en dos partes: primero la descomposición de la cadena, reducción de peso molecular, y luego la biodegradación”, detalló.

Los principales estándares para probar plásticos oxobiodegradables son el American Standard ASTM D6954-18 (guía estándar para plásticos que se degradan en el medio ambiente mediante una combinación de oxidación y biodegradación) y el British Standard 8472 (método para determinar la degradabilidad, oxo-biodegradabilidad y fito-toxicidad de los plásticos), entre otros.

Recientemente, la multinacional de alimentos y bebidas Nestlé se comprometió a que el 100 por ciento de sus empaques serán reciclables o reutilizables para el año 2025.

La visión de la compañía es que ninguno de sus empaques, incluyendo los plásticos, termine en un relleno sanitario o como basura.

Esto, ante la urgente necesidad de minimizar el impacto que tienen los empaques en el medio ambiente y la de evitar que terminen como residuos en mares, océanos y canales.

El plan que trazó para ello está enfocada en tres áreas clave: una de ellas es eliminar los plásticos no reciclables. La segunda trata sobre alentar el uso de plásticos que tengan mejores niveles de reciclaje y la tercera sobre eliminar o cambiar las combinaciones complejas de materiales para el empaque.