Preocupa a Europa la piratería

Ropa, calzado, bolsos, joyería, cosméticos y perfumería son los productos que más se falsifican en Europa, pero no los únicos.

Prácticamente cualquier cosa que deja un mínimo de beneficio para las mafias se está falsificando, desde cepillos de dientes hasta juguetes y pastillas de freno, indicó a REFORMA José Antonio Moreno, director de la Asociación Nacional para la defensa de la Marca (ANDEMA). El incremento de la falsificación alarma a las autoridades de la Unión Europea (UE) por las elevadas pérdidas que genera en las distintas economías nacionales.Es difícil dar cifras porque no sólo se daña a la economía, sino también a la imagen de las marcas. Los españoles reconocen abiertamente invertir mil millones de euros al año en productos falsificados, pero nosotros calculamos que la cifra puede estar en torno a los 3 mil millones de euros, señaló Moreno. Es un mercado ilegal perfecto, ya que los productos que se solicitan y que se demandan es lo que se atiende de inmediato mediante la oferta falsificada, agregó el directivo cuya organización participó en la elaboración del último informe de las agencias de la UE sobre esta actividad ilícita.El último informe del Observatorio Europeo de las Vulneraciones de los Derechos de Propiedad Intelectual señala que aunque la mayoría de los productos falsificados que hay en circulación en Europa se fabrican fuera de la UE, la producción interna va en aumento.Concretamente, la falsificación de productos tiene sus bases más activas en Bélgica, España, Italia, Polonia, Portugal, la República Checa y el Reino Unido, aunque más de las dos terceras partes de las falsificaciones siguen llegando a la UE procedentes de China.Las mafias implicadas son conscientes de que cada vez es más difícil introducir contenedores en la UE y burlar las aduanas, por lo que parte de la producción se está trasladando desde China a Europa a zonas como el norte de Portugal, aseguró el directivo de ANDEMA.Los delincuentes funcionan en cadena y como holdings ya que manejan la falsificación, pero también el tráfico de drogas y el tráfico de seres humanos, fundamentalmente para la prostitución, agrega el directivo de ANDEMA.También mantienen una estrecha relación con otros grupos delictivos originarios de distintos países de dentro y fuera de Europa, según las agencias continentales encargadas de investigar la falsificación de productos.El principal vehículo para facilitar la distribución de estos productos apócrifos es internet.Los sitios de comercio electrónico atraen la atención de los consumidores por los precios, la disponibilidad permanente y la entrega directa que ofrecen. Algunos sitios web tienen una calidad tan elevada que compiten con la de los sitios de los titulares de los derechos, señalaron las autoridades de la UE. Además, los falsificadores que trabajan en las mafias que participan en la cadena de producción, distribución y venta, pueden funcionar en varias jurisdicciones, lo que les permite eludir la detención.También están en condiciones de abrir y cerrar sitios web de un día para otro sin perder a su clientela, precisan las agencias.En los últimos tiempos estamos asistiendo a un incremento de la venta de falsificaciones a través de internet, lo que complica todavía más la persecución de estos delitos. Es un problema cada vez más complejo y difícil de abordar porque reviste tipologías muy diferentes, señaló Moreno.La clave para combatir los productos apócrifos reside en la concientización del ciudadano.Es necesario apelar a la responsabilidad de los consumidores para que compren productos auténticos, fabricados legalmente por una empresa que contribuye al crecimiento económico, que crea puestos de trabajo y que invierte en investigación y publicidad, indican los expertos.