Ciudad de México.
El Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) requiere acciones que consoliden el empoderamiento de los trabajadores sobre su ahorro de pensión y que los coloquen en el centro del sistema, declaró Alejandro Díaz de León, Gobernador del Banco de México.
"Si bien el sistema de pensiones de contribuciones definidas con un pleno control patrimonial de los trabajadores es el adecuado, dicho sistema todavía enfrenta importantes retos. En particular, es necesario avanzar con medidas que consoliden el empoderamiento de los trabajadores y que los coloquen en el centro del sistema", comentó al participar en la inauguración de la Cuarta Convención Nacional de Afores que se realiza hoy y mañana.
"Más allá de la regulación, es imprescindible que el gremio de las administradoras asuma cabalmente la responsabilidad de servir de la mejor manera posible a los trabajadores. No sólo debe cumplir con la regulación y sus propias metas corporativas, sino actuar proactivamente y adoptar las mejores prácticas internacionales para realizar su misión fiduciaria y contribuir a mejorar las condiciones de retiro de millones de trabajadores", señaló el Gobernador.
Ante directivos de las 10 Afores que operan en el País, Díaz de León expuso que el amplio periodo y la incertidumbre que rodea al retiro hacen necesario un sistema que acompañe a los trabajadores durante toda su vida laboral, a fin de que puedan planear y ahorrar para su etapa de jubilación.
Indicó que para ello la estrategia más común ha sido desarrollar sistemas para el retiro que contemplan el ahorro obligatorio tanto de los trabajadores, como de los empleadores y el Estado.
Sin embargo, resaltó, el reto no sólo consiste en la aportación de recursos, sino en que el trabajador vigile el desempeño de su cuenta de pensión y de la Afore.
"La lejanía con la que la mayoría de los trabajadores percibe el retiro propicia falta de vigilancia y monitoreo hacia los intermediarios que administran sus recursos", mencionó.
Planteó que mientras en la administración del ahorro voluntario los ahorradores toman una actitud más activa para elegir y vigilar el desempeño de las instituciones a las que confían sus recursos, en un esquema de ahorro obligatorio estos incentivos se reducen significativamente, lo que tiende a propiciar una menor calidad de los servicios y de la gestión fiduciaria que recibe el trabajador.