CIUDAD DE MÉXICO.- Brasil se convirtió en el primer laboratorio de la ultraderecha digital en América Latina, con el ascenso de Jair Bolsonaro a la presidencia en 2019. Cuatro años después, figuras como Javier Milei en Argentina replicaron la estrategia, que ahora busca abrirse paso en Chile y México a través de redes sociales, donde se promueven protestas, desobediencia civil y movimientos “espontáneos” contra gobiernos establecidos.
En México, la extrema derecha aún carece de representación institucional y se concentra en redes sociales. El actor Eduardo Verástegui y otros proyectos intentan consolidar partidos antes de 2027, pero la interacción entre figuras nacionales y extranjeras, como Milei, ha generado rupturas y cancelaciones de eventos como la CPAC México.
La polémica manifestación convocada por jóvenes de la generación Z ha sido señalada por Infodemia, unidad gubernamental contra desinformación, como una estrategia digital coordinada, con inversión de más de 90 millones de pesos.
El informe de Infodemia apunta a influencers, figuras de la oposición, cuentas vinculadas a Atlas Network y a la televisora TV Azteca, bajo el mando de Ricardo Salinas Pliego, como impulsores de la campaña digital. Las cuentas creadas para la manifestación operan en TikTok, X y Facebook, y han cambiado de narrativa tras hechos de violencia en el país, pasando de la revocación presidencial a criticar la capacidad del gobierno para proteger a la población.