El Gobierno de México tardó 17 meses en conseguir que Vitol le entregara los nombres de los funcionarios a los que sobornó para conseguir contratos públicos entre 2015 y 2020 en el País.
Fue el jueves cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó, sin dar a conocer aún los nombres, que la compañía ya había entregado los nombres de los implicados en la red de sobornos.
Conforme los intercambios de comunicaciones entre Vitol y Pemex, la empresa había aceptado, inicialmente, reparar el daño causado al erario, pero se resistía a develar los nombres con el argumento de respetar el debido proceso.
En una carta dirigida al CEO de Vitol, Benjamin L. Marshall y fechada el 14 de diciembre de 2020, el director de Pemex, Octavio Romero, exigió que en tres días le fueran entregados los nombres de los receptores de pagos y los contratos involucrados. “De no ser posible que usted atienda esta respuesta, tomaremos las medidas más drásticas en proporción al daño que a Pemex le ha infligido Vitol”, según la misiva.
Marshall comunicó a Romero su intención de dialogar con Pemex, pero insistió en que “no estaba en posición de discutir estos asuntos con Pemex”, según el intercambio epistolar entre los directivos al que tuvo acceso Quinto Elemento Lab.
Vitol admitió ante la Corte del Distrito Este de Nueva York que sus ejecutivos pagaron más de dos millones de dólares a funcionarios de México y Ecuador, y más de 8 millones en Brasil, a cambio de información confidencial para afianzar contratos con las empresas petroleras estatales de esos países.
En México, incluso la Fiscalía General de la República abrió en enero de 2021 una investigación, pero se ha negado a informar a quiénes ha citado a declarar.