La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum defendió el lunes la relación que ha construido con la administración de Donald Trump pese a la aplicación de aranceles, que han enturbiado el vínculo entre los dos vecinos y socios comerciales, y ratificó que las políticas de seguridad se deciden “soberanamente en México”.
En la presentación de su primer informe de gestión, Sheinbaum admitió las “situaciones complejas” que ha enfrentado el mundo ante los aranceles de Trump y resaltó que pese a ese escenario su gobierno ha logrado construir una “relación de respeto mutuo” con el presidente estadounidense. Agregó que espera alcanzar “aun mejores condiciones” en el marco del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (el T-MEC) que será revisado en 2026.
La presidenta también expuso durante su informe las 19 reformas y 40 iniciativas de leyes que impulsó en su primer año y sostuvo que esos cambios ratifican el avance de proyecto político del oficialismo. “Tengan la certeza de que no los voy a traicionar. Con la fuerza de México, de nuestro pueblo, caminaré sin descanso, con rectitud, con valentía y honraré siempre la confianza depositada en mí”, añadió.
Aunque Sheinbaum —la primera mujer en llegar a la presidencia de México— procuró desde el inicio de su mandato darle su marca personal a su administración, la comparación con su antecesor siempre fue inevitable, indicó el politólogo y consultor político Javier Rosiles Salas, quien aseguró que el primer año de gestión de la mandataria sólo puede verse como el “séptimo año de gobierno” de López Obrador.
“Es tan evidente que se trata de un gobierno de continuidad”, dijo Rosiles Salas a The Associated Press al reconocer que a Sheinbaum “todavía le falta algún tiempo para ver si ya logra desmarcarse”.