El Senado aprobó la noche del miércoles una reforma a la Ley General de Salud que prohíbe la producción, importación, venta y publicidad de cigarrillos electrónicos y vapeadores en todo México. Con 76 votos a favor, 37 en contra y una abstención, el dictamen establece penas de hasta ocho años de prisión para quienes comercialicen estos productos, aunque el consumo y la posesión personal no serán sancionados. La medida respalda la iniciativa enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum, argumentando el "riesgo sanitario" que representan estos dispositivos y su creciente presencia en el mercado negro.
¿Qué establece la nueva reforma sobre los vapeadores?Aunque México ya había prohibido la importación y comercialización de vapeadores en 2022, estos productos siguen disponibles en línea, puestos informales e incluso plazas comerciales. La mayoría oficialista sostiene que la reforma es necesaria para evitar que la industria opere clandestinamente, mientras la oposición advierte que la prohibición puede fomentar el mercado negro y dejar a los consumidores sin información confiable sobre los productos que adquieren.
Reacciones de la oposición a la prohibición de cigarrillos electrónicosEn el debate, legisladores de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano criticaron la medida. La panista Gina Campuzano señaló que la prohibición trasladará la venta a manos del crimen organizado y acusó a Morena de usar "una cortina de humo" para ocultar la inseguridad. La priista Carolina Viggiano cuestionó la falta de evidencia y afirmó que la medida convierte la regulación en una "caja negra", recordando que la prohibición del tabaco no ha impedido el consumo entre menores.