Cuestionan validez educativa

Expertos advierten sobre la falta de objetividad y validez de forma de medición educativa, generando un conflicto de intereses

Ciudad de México.- Los estados tradicionalmente rezagados en educación, como Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, lideraron los resultados de los Ejercicios Integradores del Aprendizaje (EIA) del ciclo 2024-2025 para educación básica, según datos a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL. En estas evaluaciones, implementadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en sustitución de las pruebas diagnósticas, los profesores reportaron los resultados de sus propios estudiantes, generando cuestionamientos sobre la objetividad de los mismos.

En Oaxaca y Chiapas, los estudiantes de tercer grado de secundaria destacaron en Lenguajes, mientras que Michoacán lideró en Saberes y pensamiento científico y Guerrero en De lo humano y lo comunitario y Ética, naturaleza y sociedades. Estos resultados contrastan con la clasificación del Inegi, que ubica a estas entidades entre las de mayor rezago educativo en el país.

Especialistas en educación advirtieron que la autoevaluación por parte de los docentes convierte a los profesores en jueces y parte, generando un conflicto de intereses y cuestionando la validez de los resultados. Erik Avilés, del Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación, señaló que los EIA reflejan una percepción subjetiva del aprendizaje y no una medición objetiva comparable entre estados.

Eduardo Backhoff, expresidente del INEE, agregó que esta metodología es propensa a la laxitud docente, ya que los profesores pueden sobrevalorar los logros de sus alumnos. Resaltó que históricamente los estudiantes de entidades con menor desarrollo socioeconómico han tenido peores resultados en evaluaciones externas como PISA, Planea o Excale, lo que hace aún más desconcertante que ahora estos mismos estados aparezcan como líderes.

Ante este panorama, expertos coinciden en que los EIA carecen de confiabilidad y objetividad, y que los resultados obtenidos no reflejan la realidad educativa de las entidades evaluadas. Señalan que esta evaluación funciona más como una pantalla administrativa que como una herramienta para mejorar el aprendizaje de los estudiantes en México.