Chicago, Illinois, EU
Ovidio ha sido el primero de los Guzmán en declararse culpable en un tribunal de Estados Unidos.
“El Ratón” ha oficializado este viernes ante la jueza Sharon Coleman, de la Corte de Chicago, que acepta su responsabilidad en cuatro cargos de narcotráfico y delincuencia organizada.
Guzmán López ha aceptado ser el líder del Cartel de Sinaloa y haber operado una empresa criminal para traficar con fentanilo y otras drogas en Estados Unidos. Esta culpabilidad forma parte de un acuerdo de cooperación que tiene con la Fiscalía estadounidense. La dependencia va a solicitar una reducción en su condena a cambio de que él continúe dando una “asistencia sustancial” a las autoridades.
Todavía no se conoce qué va a ofrecer el hijo pequeño de la que fue la familia criminal más poderosa de México, para ir menos años a la cárcel. De momento, también como parte del trato ha aceptado pagar 80 millones de dólares.
Ésta ha sido una audiencia clave para Ovidio Guzmán. Ha sido el siguiente escalón de una ruta que ya adelantó su abogado y que él apuntaló también hace unos días: “El Ratón” se ha convertido en testigo colaborador. Vestido con el traje de presidiario naranja y encadenado de pies y manos, Guzmán se ha comprometido a seguir colaborando con la Fiscalía de EE UU. El hijo de “El Chapo” ha reconocido este viernes que padece depresión, pero, ante la pregunta expresa de la jueza Sharon J. Coleman, ha afirmado que la medicación que toma no afecta su declaración.
A principios de julio, “El Ratón” ya pidió a la Corte de Nueva York trasladar su caso a la Corte de Illinois —donde está siendo juzgado ahora—. En ese documento firmó por primera vez que se declaraba culpable de los seis delitos que tenía pendientes en ese tribunal de la costa este. Pesan sobre él otros cinco en Chicago y uno más en el Distrito de Columbia. La condena por todos estos cargos hubiera sido la cadena perpetua.
Llevar colgado un rosario de 12 acusaciones, tener un padre sentenciado de por vida en una prisión de máxima seguridad y un hermano, Joaquín Guzmán López, también detenido en Estados Unidos, ha obligado a Ovidio Guzmán a cambiar de estrategia. El narcotraficante, de 35 años, fue detenido en enero de 2023 en Jesús María, una localidad muy cercana a Culiacán, la capital de Sinaloa, donde ya había frustrado en 2019 su primer intento de detención, lo que pasó a conocerse como “El Culiacanazo” por la brutalidad con la que reaccionó el Cartel de Sinaloa para impedir que las autoridades mexicanas se llevaran a”El Ratón”. No pudieron evitarlo hace dos años, pero el saldo fue letal: 10 militares fueron asesinados.
En septiembre de 2023 fue extraditado a EE.UU., y en sus primeras audiencias se declaró inocente de todos los cargos. Las acusaciones contra él comprometían también a sus tres hermanos mayores: Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín. Todos se convirtieron en objetivos prioritarios para Estados Unidos, que los buscaba por inundar las calles de fentanilo, un opioide que está detrás de decenas de miles de muertes al año al norte de la frontera.
En el acuerdo presentado en Chicago, de 36 páginas, se menciona que renuncia a apelar, accede a que se posponga su sentencia y dice que la cooperación “incluirá proporcionar información completa y veraz en cualquier investigación y preparación previa al juicio, así como prestar testimonio completo y veraz en cualquier procedimiento penal, civil o administrativo”.
Añade que “El acusado se compromete a cooperar plena y sinceramente en cualquier asunto en el que un representante de la Fiscalía federal para el Distrito Norte de Illinois, la Fiscalía federal para el Distrito Sur de California, la Fiscalía federal para el Distrito Sur de Nueva York y la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas del Departamento de Justicia de los Estados Unidos (en conjunto, las ‘Fiscalías’) le solicite su cooperación”.
Luego de mencionar los delitos, en el acuerdo se lee que “El acusado ha leído los cargos que se le imputan (...) y su abogado le ha explicado dichos cargos en detalle. El acusado comprende plenamente la naturaleza y los elementos de los delitos que se le imputan”.
El documento indica que “Al declararse culpable, el acusado admite los siguientes hechos y que éstos establecen su culpabilidad más allá de toda duda razonable, constituyen conducta relevante de conformidad con la Directriz 1B1.3 y establecen una base para la confiscación de los bienes descritos en otra parte de este Acuerdo de Declaración”.
Se menciona que “tras la detención de Guzmán Loera en 2016 y su extradición en 2017, Guzmán López y sus hermanos… consolidaron un mayor control sobre el Cártel de Sinaloa al amenazar con causar violencia, y al hacerlo, contra Dámaso López Núñez, su familia y sus asociados”.