Caravana de madres centroamericanas rindieron homenaje a 56 migrantes fallecidos

Acuden al lugar del accidente trágico ocurrido el pasado 8 de diciembre entre Tuxtla y Chiapa de Corzo

TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.- La caravana de madres centroamericanas que buscan a sus hijos migrantes desaparecidos en México rindieron el martes un homenaje a los 56 migrantes fallecidos en el lugar del accidente trágico ocurrido el pasado 8 de diciembre entre Tuxtla y Chiapa de Corzo.

Unas 50 personas entre mujeres, hombres, hermanas, hijos e hijas, que conforman la XVI Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos y Desaparecidas, arribaron esta mañana al punto donde quedó la caja de un trailer hecha pedazos y en la cual viajaban más de 150 personas centroamericanas en calidad de migrantes. De ese grupo, unos 56 fallecieron en total.

Hoy las madres llegaron al lugar del accidente y depositaron una ofrenda floral para los 56 migrantes fallecidos, entonaron consignas y rezaron por los muertos de este y otros accidentes en donde han fallecido.

Procedentes de Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, las madres, los padres, tíos, tías, hermanos, hermanas y hermanos de migrantes desaparecidos en territorio mexicano exigieron desde acá frenar la política migratoria que orilla a los migrantes a usar rutas de alto riesgo done ellos pagan con su vida.

Talía del Carmen Vázquez Alatorre, presidenta Movimiento Migrante Mesoamericano A.C, organismo que coordina esta Caravana dijo que esta es la edición 16 y que sólo se suspendió de manera física los dos años de la pandemia, pero que de forma virtual se siguió haciendo en ese contexto.

Señaló que en México hay miles de mexicanos desaparecidos y que para sus madres y padres es muy difícil encontrar a sus hijos o hijas, por lo que es aún más difícil lo para las madres y padres de migrantes que desaparecen en este país.

Dijo que migran las aves, migran los animales silvestres, también migran los humanos, y que eso no se podrá frenar nunca con muros, ni con militarización sino con la creación de condiciones sociales, políticas y económicas para que no haya necesidad de migrar de un país a otros, pues nadie lo hace por placer sino como un instinto de sobrevivencia.

Pidió a la sociedad civil mexicana más sensibilidad ante la ola migratoria y tener más empatía hacia ellos, quienes huyen del hambre, de la pobreza, de la violencia y que son desplazados por desastres naturales.

Procedentes de Tapachula, donde entraron en la frontera sur por Suchiate, este martes estarán a Huimanguillo y luego a Villahermosa, Tabasco, para el miércoles estar en Coatzacoalcos, donde ha sido hallado un migrante desaparecido y que lleva ya 7 años preso en una cárcel en esa ciudad.

Dijo que Kevin “N”, un hondureño de 30 años, está preso por el delito de robo “a una persona desconocida”. Y que su familia sufrió por siete años de no saber nada de su paradero hasta que dieron con él y en el marco de esta caravana su madre irá a visitarlo a donde paga una prisión injusta.

Rubén Figueroa, activista y defensor de los derechos de los migrantes, acusó que los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) no sólo permiten el tráfico de personas sino que son parte de esa red, de esta mafia que opera desde la propia corporación.

Rubén Figueroa recordó que este accidente resume la política migratoria mexicana, que es una política de persecución hacia las personas migrantes en la frontera sur, donde lejos de gestionar una migración segura y ordenada, lo que ocasiona es una migración de alto riesgo. Apalean a las personas que intentan migrar por su propia cuenta pero a los traficantes de migrantes le dan luz verde a lo largo y ancho del país.

En el grupo va una mujer migrante guatemalteca de nombre Sabina Ross Pérez, quien busca a su hermano Elías Ross Pérez, quien salió cuando tenía 14 años de su paraje en Nentón, Huehuetenango, Guatemala.

Recuerda que salió en el año 2007, la última pista de su paradero es que estaba en un rancho muy cerca de Tapachula, pero nunca más se volvió a saber de su paradero.

Dijo que a Elías lo extrañan su padre, su madre y sus hermanos, por eso ella ha emprendido este viaje con el apoyo de todo ellos para que venga a buscar a su pequeño hermano que tiene la esperanza que esté vivo y hoy tiene 21 años de edad.

A lo largo de más de 15 años que se realizan estas caravanas de madres centroamericanas se han podido encontrar a más de 300 migrantes, muchos vivos y otros fallecidos en fosas comunes.