El Gobierno federal entabló un diálogo directo con Tomás Zerón, ex jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la otrora Procuraduría General de la República (PGR), lo que podría facilitar un acuerdo para que retorne al país antes de que Israel autorice su extradición por el caso Ayotzinapa, confiaron personas cercanas al proceso.
Un grupo reducido de funcionarios, encabezado por el subsecretario Alejandro Encinas en su calidad de titular de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa (Covajc), viajó a Israel en febrero, a donde huyó Zerón cuando las investigaciones apuntaron a él en la manipulación de la investigación mediante actos de tortura.
De manera paralela, esta semana se dio un encuentro entre integrantes de la Fiscalía General de la República (FGR) y sus contrapartes israelíes para avanzar en la solicitud de extradición que realizó el Gobierno de México.
Las fuentes consultadas reconocieron dificultades para convencer a los israelíes de que Zerón tiene algún grado de responsabilidad en la desaparición forzada de los normalistas.
Sin embargo, presumieron tener evidencias sólidas de que el ex funcionario peñista participó en la tortura a varios de los primeros detenidos por los hechos del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
En su tercer informe, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) dijo que la Comisión para la Verdad tiene más de 60 videos sobre tortura a unos 50 implicados.
El encuentro en Israel se dio por iniciativa del propio Zerón y sirvió como un primer encuentro para mantener comunicación, indicaron las personas consultadas, que confiaron en que será más fácil llegar a un acuerdo con él para que vuelva a México que lograr la extradición desde Israel.
“Se equivocan quienes piensan que fue un encuentro sin resultados”, indicaron.
En otros casos, la FGR ha ofrecido a altos funcionarios el criterio de oportunidad, bajo el cual se atenuarían sus penas si ofrecen pruebas contra mandos superiores.
Administrativamente Zerón le reportaba al procurador, entonces Jesús Murillo Karam, aunque se sabe que políticamente tenía línea directa con el presidente Enrique Peña Nieto.