JOHANNESBURGO
Un centro de procesamiento de refugiados de Estados Unidos en Johannesburgo fue allanado por las autoridades de inmigración de Sudáfrica, y siete kenianos que trabajaban allí ilegalmente fueron arrestados y recibieron órdenes de deportación, informó el miércoles el Ministerio del Interior del país, mientras que Estados Unidos calificó la acción de "inaceptable".
¿Qué ocurrió en el centro de procesamiento de refugiados?La redada del martes ocurrió en un centro que procesa solicitudes de sudafricanos blancos a quienes el gobierno del presidente Donald Trump ha dado prioridad para el estatus de refugiado en Estados Unidos. El hecho seguramente aumentará las tensiones entre ambos países, cuyas relaciones se han enfriado drásticamente desde que Trump regresó al cargo.
Las afirmaciones del gobierno republicano de que los miembros de la minoría blanca afrikáner de Sudáfrica están siendo perseguidos por el gobierno liderado por negros han sido ampliamente rechazadas, pero han sido un elemento central en el deterioro de los lazos entre Estados Unidos y la economía más avanzada de África.
El Ministerio de Interior dijo que los kenianos estaban en el país con visas de turista que no les permitían trabajar, y agregó que el trabajo de los funcionarios estadounidenses con ellos en el centro de procesamiento de refugiados "plantea serias dudas sobre la intención y el protocolo diplomático".
Hasta el momento, se ignora si Estados Unidos conocía el estatus migratorio de los kenianos.
Acciones del gobierno sudafricano tras el allanamientoEl ministerio dijo que ningún funcionario estadounidense fue arrestado en el allanamiento y que el sitio no era diplomático. Indicó que el Ministerio de Exteriores de Sudáfrica había iniciado "contactos diplomáticos formales con Estados Unidos y con Kenia para resolver este asunto".
El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Tommy Pigott, dijo que "interferir en nuestras operaciones de refugiados es inaceptable", y agregó que buscaban una "aclaración inmediata del gobierno sudafricano y esperan plena cooperación y rendición de cuentas".
La embajada de Estados Unidos dijo en un comunicado el mes pasado que Washington había contratado a una empresa con sede en Kenia, RSC Africa, para procesar las solicitudes de refugiados de los sudafricanos blancos. Dicha empresa está operada por Church World Service, una organización no gubernamental con sede en Estados Unidos que ofrece asistencia a refugiados y trabaja con el Programa de Admisiones de Refugiados de Estados Unidos.
El Ministerio de Interior dijo que los kenianos trabajaban en el sitio de procesamiento de refugiados "a pesar de que las solicitudes de visa anteriores para que los ciudadanos kenianos realizaran este trabajo habían sido legalmente rechazadas". Las siete personas recibieron órdenes de deportación y se les prohibió ingresar a Sudáfrica por un período de cinco años.
Trump ha criticado a Sudáfrica por una serie de temas, afirmando sin pruebas que los afrikáners están siendo asesinados y que sus tierras están siendo confiscadas, y que Sudáfrica sigue una política exterior antiestadounidense a través de sus relaciones diplomáticas con las autoridades palestinas e Irán.
Estados Unidos boicoteó la cumbre de líderes mundiales del Grupo de los 20 del mes pasado en Sudáfrica, y Trump dijo que excluirá a ese país del grupo cuando sea anfitrión de la cumbre anual el próximo año. El mandatario estadounidense también emitió una orden ejecutiva en febrero según la cual Estados Unidos detendría la ayuda y asistencia a Sudáfrica por lo que calificó como sus "atroces acciones".
El gobierno de Sudáfrica señaló que las afirmaciones de Estados Unidos sobre la persecución de los afrikáners se basan en la desinformación y que los sudafricanos blancos no cumplen con los criterios para el estatus de refugiado porque no hay persecución, aunque dijo que no impediría que nadie solicitara su reubicación. Los afrikáners son sudafricanos blancos descendientes principalmente de colonos holandeses y franceses que llegaron al país en el siglo XVII.
El gobierno de Trump anunció en octubre que reduciría a 7,500 la cuota anual de refugiados a los que se permitiría la entrada a Estados Unidos, en comparación con un límite anterior de 125,000, y que a los sudafricanos blancos se les asignaría la mayoría de los lugares. En mayo, un primer grupo de refugiados sudafricanos blancos arribó a Estados Unidos bajo el nuevo programa para ellos. No se sabe cuántos han sido reubicados desde entonces.