Rusia lanza a sus soldados ´zombis´

Moscú se ceba desde hace semanas con esta ciudad industrial del este de Ucrania con un asedio sin cuartel en el que no importa el coste humano de la operación

Rusia.- La imagen, apocalíptica, muestra un campo lleno de maleza y cuajado de cuerpos inmóviles con uniformes militares verdes. "Son rusos, míralos", murmura Stella. Algunos de esos cuerpos se levantan pasados unos minutos. La mayoría, no. "Después, llegarán otros y luego más, como sonámbulos. Lo vemos cada día", asevera la militar de una unidad de reconocimiento aéreo en el frente de Avdiivka, en la provincia de Donetsk, foco de los combates más feroces de la guerra de Rusia contra Ucrania. Las fuerzas del Kremlin llevan semanas lanzándose así, en oleadas, como zombis, sobre la ciudad industrial de Avdiivka, un hormiguero de túneles, fábricas, búnkeres y trincheras apuntaladas durante la guerra de la región oriental de Donbás de 2014. Rusia la castiga con bombardeos constantes y ese asedio de tropas zombi, como antes hizo en Bajmut. Avdiivka es hoy un amasijo de cascotes, socavones y edificios cosidos a proyectiles. Otro infierno helado.

"Parece que vuelven a la carga", escupe Aleksandr, sargento de la brigada mecanizada separada 47. El fornido militar avanza entre el lodo viscoso y pegajoso de Donbás hacia una de las posiciones de su grupo, a unos kilómetros de la asediada localidad minera, donde opera un obús estadounidense Paladin. Llevan meses destacados en el frente de Avdiivka, hundiéndose en ese barro. Resisten los embates de las tropas de Moscú, que trata de embolsar la ciudad por los flancos para evitar la lucha callejera que afrontó en Bajmut. El sargento enciende un pitillo. Aguza el oído. "Ese [disparo] ha sido de entrada", comenta. Los bombardeos suenan cerca, pero ni pestañea.


A DIETA DE MUNICIÓN

La brigada 47, como otras muchas, está a dieta de munición. Sus arsenales están mermados. Combaten con lo que tienen disponible, no siempre con lo más adecuado para alcanzar el objetivo, reconoce Aleksandr, encogiéndose de hombros. Kiev aspira a recibir más proyectiles de sus aliados occidentales. La UE prometió a Ucrania un millón de rondas de artillería, pero solo ha logrado suministrar menos de la mitad y todavía lucha para aumentar su capacidad industrial para cumplir ese compromiso. Este pasado jueves, Estados Unidos anunció otro envío —que puede ser el último en algún tiempo por el bloqueo de los republicanos— con varios tipos de munición de defensa aérea, para artillería de alta movilidad y antiblindaje.


Un comandante ucranio en una trinchera del frente de Avdiivka, en el este del país.

 

Disparan artillería

- Las armas ucranias, algunas de ellas suministradas por sus aliados occidentales, están sobrecargadas en muchos puntos del frente de batalla. También en el de Avdiivka. "Rusia no tiene mejores armas, pero sí más material

- Y su estrategia es lanzarlo todo", explica Yevgeni, uno de los soldados de la 47, establecida con armas como los M-2 Bradley de fabricación estadounidense y tanques Leopard 2, suministrados por los países aliados de la OTAN

- El Kremlin dispara artillería y drones de varios tipos y está empleando asaltos frontales, ataques fingidos y humo para ocultar las arremetidas y vigila a fondo todos los caminos hacia Avdiivka, donde junto a las tropas regulares rusas, los convictos reclutados para ir al frente y contratistas diversos, lucha una unidad compuesta por exmercenarios del grupo Wagner, según han informado los blogueros militares rusos.