El poblado de Sheffield develará una estatua de bronce de la mujer, que se puso el nombre de Elizabeth Freeman cuando logró su libertad hace precisamente 241 años.
Grupos cívicos, activistas e historiadores participarán en el evento para honrar un acontecimiento histórico que, pese a ser excepcional, es mayormente desconocido.
- “Desafortunadamente, la historia de los negros es algo que no se enseña”, añadió.
La mujer, que nació como esclava con el nombre de Bett, no sabía leer ni escribir, pero sabía escuchar. Y lo que escuchó no tenía sentido.
Un día escuchó una lectura de la constitución de Massachusetts, que dice que “Todos los hombres nacen en estado de igualdad y tienen ciertos derechos naturales e inalienables”.
Según la leyenda, tras escuchar eso Bett caminó unos 8 kilómetros (5 millas) hasta la residencia del abogado Theodore Sedgwick y le pidió representarla en su disputa legal para obtener su libertad.
- Sedgwick y otro abogado, Tapping Reeve, aceptaron el caso.
En ese entonces las mujeres tenían derechos limitados en Massachusetts, por lo que el tribunal añadió como denunciante a un esclavo hombre llamado Brom. El jurado le dio la razón a los abogados, liberando a Bett y Brom el 21 de agosto de 1781.