Fábrica de tapices en España lleva más de 300 años decorando palacios

Ubicado en una calle tranquila y arbolada del centro de Madrid, sus artesanos trabajan con esmero en tapices, alfombras y estandartes heráldicos, combinando la antigua sabiduría del oficio con nuevas técnicas

MADRID — La Real Fábrica de Tapices de España lleva más de 300 años decorando paredes y pisos de palacios e instituciones.

Ubicado en una calle tranquila y arbolada del centro de Madrid, sus artesanos trabajan con esmero en tapices, alfombras y estandartes heráldicos, combinando la antigua sabiduría del oficio con nuevas técnicas.

La fábrica fue inaugurada en 1721 por el rey Felipe V, quien trajo artesanos católicos de Flandes, que era parte del imperio español, para iniciarla.

Hilos y lanas de todos los colores, bobinas, herramientas y ruecas están por todas partes. Algunas de las máquinas de madera originales todavía están en uso.

El director general, Alejandro Klecker de Elizalde, se muestra orgulloso del carácter sustentable de la fábrica.

"Aquí los únicos productos con los que trabajamos son seda, lana, yute, algodón, lino y estos pequeños restos que vamos originando, la entrada el agua de los tintes o los pequeños trozos de lana... todo está reciclado, todo tiene un segundo uso".

La fábrica también restaura piezas que han sufrido los estragos del tiempo y cuenta con uno de los archivos y bibliotecas textiles más importantes de Europa.

Hoy en día, el 70% de los clientes son particulares de América Latina, Europa y Medio Oriente.

La fábrica recibió recientemente uno de sus pedidos más importantes: 32 tapices para el Palacio de Dresde en Alemania, por un valor de más de 1 millón de euros y dará trabajo hasta por cinco años, según Klecker.

En 2018, la fábrica terminó un encargo privado libanés para una réplica en tapiz de la monumental obra a lápiz y pluma de la Tate Gallery "La masacre de Sabra y Shatila" del artista iraquí Dia al-Azzawi. La obra describe los horrores de las atrocidades cometidas entre 1982 y 1983 por miembros de la milicia falangista cristiana en el Líbano en los campos de refugiados palestinos.

Crear un tapiz es un proceso delicado que requiere varias semanas o meses de trabajo por cada metro cuadrado.

Un tapiz comienza con "caricaturas", o dibujos en hojas de papel o lienzo que luego se calcan en sistemas de hilos verticales llamados urdimbres, que luego se tejen.

Uno de los caricaturistas más ilustres de la fábrica fue el maestro pintor Francisco Goya, quien comenzó a trabajar allí en 1780. Algunos de los tapices que diseñó ahora se exhiben en el Museo del Prado y en la Galería de las Colecciones Reales de Madrid.

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Ciarán Giles contribuyó a este despacho desde Madrid.