El presidente Donald Trump desató una nueva polémica al calificar a los inmigrantes somalíes en Estados Unidos como "basura" y afirmar, sin presentar pruebas, que "no contribuyen en nada" al país. Sus declaraciones llegaron mientras se preparan operativos migratorios en Minnesota centrados en ciudadanos somalíes, pese a que la mayoría de ellos son estadounidenses por nacimiento o naturalización.
¿Qué declaró Trump sobre los inmigrantes somalíes?Las afirmaciones de Trump coincidieron con la decisión de su gobierno de pausar todas las solicitudes de inmigración provenientes de Somalia, medida que ha elevado tensiones diplomáticas. Consultado al respecto, el primer ministro somalí evitó responder, mientras analistas señalaron que la postura de Washington ignora la raíz del éxodo que ha marcado a Somalia durante más de tres décadas.
Desde la caída del régimen de Siad Barre en 1991, Somalia vive sumida en conflictos entre clanes, guerra civil y ataques del grupo extremista Al Shabab, afiliado a Al Qaeda. La violencia ha desplazado a millones de personas dentro y fuera del país, obligando a muchos a pasar años en campos de refugiados antes de obtener la oportunidad de emigrar. Los ataques en Mogadiscio, incluidos atentados con camiones que han dejado cientos de muertos, continúan obstaculizando la estabilidad nacional.
Impacto de la crisis humanitaria en SomaliaA la inseguridad se suma el colapso de servicios básicos. Somalia mantiene uno de los sistemas de salud más débiles del mundo, y el retiro de donantes como Estados Unidos y Reino Unido, tras órdenes de la administración Trump, ha agravado la crisis. En vastas zonas rurales no existe atención médica, y en regiones controladas por Al Shabab la asistencia es prácticamente nula, según organismos humanitarios.
La situación se ha vuelto aún más crítica por los efectos del cambio climático. Sequías prolongadas, inundaciones, ciclones y plagas como la langosta han devastado cosechas y ganado, profundizando la vulnerabilidad de millones. Organizaciones internacionales advierten que el conflicto armado y el deterioro ambiental están entrelazados, pues Al Shabab utiliza el control del agua para extorsionar a comunidades enteras. En este contexto.