Entrenan 200 marines en disturbios, en LA

Infantes de Marina montaban guardia el viernes frente a un edificio federal en Los Ángeles

LOS ÁNGELES, California.- Infantes de Marina montaban guardia el viernes frente a un edificio federal en Los Ángeles, a medida que comenzaban a sustituir a algunos miembros de la Guardia Nacional luego de que la semana pasada se desataran protestas por las redadas migratorias y el presidente estadounidense Donald Trump desplegara a los soldados en la ciudad.

El mayor, general Scott Sherman, comandante de la Fuerza Especial 51 que supervisa el despliegue de los 4.700 efectivos en total, indicó que los infantes de Marina han completado su entrenamiento para disturbios civiles y están comenzando sus operaciones en reemplazo de los soldados de la Guardia Nacional que protegen el edificio federal Wilshire, el cual alberga varias oficinas federales. De esa forma los soldados de la Guardia Nacional pueden ser asignados a proteger a más agentes policiales en redadas, observó Sherman.

Aproximadamente 200 infantes de Marina de los 700 que han sido desplegados para las protestas están en la ciudad, agregó. Se desconoce si a la larga los infantes de Marina proporcionarán seguridad en las redadas.

El viernes al mediodía fue posible ver a decenas de infantes de Marina de pie en la entrada del edificio Wilshire, de 17 pisos. Llevaban equipo de combate y portaban fusiles mientras se mezclaban con miembros de la Guardia Nacional, que han estado verificando las identificaciones de quienes ingresan al estacionamiento.

Es el mismo edificio del que el senador demócrata Alex Padilla fue retirado por la fuerza el jueves de la conferencia de prensa de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y esposado por agentes mientras intentaba hablar sobre las redadas migratorias.

A medida que el gobierno de Trump apunta a migrantes en todo el país para su detención y deportación, las redadas han llevado a la detención de solicitantes de asilo, personas que se excedieron del tiempo autorizado en su visa, y de migrantes que aguardan su día para comparecer en la corte de inmigración.

Los infantes de Marina están asumiendo sus puestos un día después de que el Tribunal Federal de Apelaciones del 9no Circuito bloqueara temporalmente el fallo de un juez federal, el cual había ordenado que Trump devuelva el control de la Guardia Nacional a California, poco después de que un juez federal dictaminara que el despliegue de la Guardia Nacional era ilegal y violaba la Décima Enmienda constitucional, además de ser una extralimitación de la autoridad legal del mandatario.

Unos 2.000 soldados de la Guardia Nacional han estado en la ciudad desde la semana pasada. Cientos han proporcionado protección a los agentes de inmigración que realizan arrestos. Otros 2.000 miembros de la Guardia Nacional fueron notificados de su despliegue esta semana.

Ninguno de los elementos militares detendrá a nadie, agregó Sherman.

“Me gustaría enfatizar que los soldados no participarán en actividades policiales. Más bien, se centrarán en proteger al personal policial federal”, añadió.

Aproximadamente 500 miembros de la Guardia Nacional han sido utilizados para proporcionar seguridad en las redadas migratorias después de recibir instrucción ampliada y capacitación jurídica, y de participar en ensayos con los agentes que realizan labores policiales antes de que salgan a esas misiones.

Ha estado en vigor un toque de queda a partir de las 8 de la noche en una sección de 2,5 kilómetros cuadrados (1 milla cuadrada) del centro. La ciudad de Los Ángeles abarca aproximadamente 1.295 kilómetros cuadrados (500 millas cuadradas). Esta semana, las protestas han concluido con arrestos luego de unas pocas horas, en su mayoría por no dispersarse. En la tercera noche del toque de queda, agentes del Departamento de Seguridad Nacional lanzaron granadas de aturdimiento para dispersar a una multitud que se había reunido cerca de la cárcel, lo que provocó que los manifestantes huyeran.

Al igual que en las dos noches anteriores, las manifestaciones de varias horas se mantuvieron pacíficas y animadas, atrayendo a unos pocos cientos de asistentes que marcharon por el centro coreando, bailando y burlándose de que el gobierno de Trump haya dicho que la ciudad era como una “zona de guerra”.

Se prevén manifestaciones el fin de semana en ciudades de todo el país. Los gobernadores sopesan qué hacer si Trump decidiera enviar soldados a otros estados para apoyar en redadas migratorias.

El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó el despliegue de soldados como una “grave violación de la soberanía estatal” y un arrebato de poder por parte de Trump, y ha acudido a los tribunales para detenerlo. El presidente citó una disposición legal que le permite movilizar a miembros del servicio federal cuando hay “una rebelión o peligro de rebelión contra la autoridad del gobierno de Estados Unidos”.

Según la ley federal, las fuerzas en servicio activo tienen prohibido por ley realizar actividades para mantener el orden público.