SEATTLE
Una mujer transgénero, que dice haber sido violada por miembros de un cártel mexicano, le dijo a un juez de inmigración en Oregon que quería que su caso de asilo continuara. Un hombre venezolano le recalcó sin rodeos a un juez en Seattle: “Me matarán si regreso a mi país”.
Un hombre y su primo manifestaron que temían por sus vidas si regresaban a Haití.
Muchos solicitantes de asilo, como estos tres, se presentaron diligentemente en audiencias de rutina antes de ser arrestados fuera de las salas de los tribunales la semana pasada, una práctica que ha sacudido las cortes de inmigración en todo el país en un momento en que la Casa Blanca sigue adelante con deportaciones masivas.
Los arrestos a gran escala que comenzaron en mayo han desatado el temor entre los solicitantes de asilo e inmigrantes acostumbrados a permanecer en libertad al tiempo que los jueces procesan 3,6 millones de casos atrasados, que suelen tardar años en resolverse. Ahora deben considerar si presentarse y posiblemente ser detenidos y deportados, o faltar a sus audiencias y perder sus oportunidades de permanecer en el país.
El procedimiento se ha vuelto familiar. Un juez concede la solicitud de un abogado del gobierno para desestimar los procedimientos de deportación. Momentos después, agentes —a menudo enmascarados— del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) arrestan a la persona en el pasillo e inicia un proceso rápido hacia su deportación, llamado “remoción expedita”.
El presidente Donald Trump amplió drásticamente la autoridad de vía rápida en enero, permitiendo a los agentes de inmigración deportar a alguien sin ver primero a un juez. Aunque las deportaciones rápidas pueden ser suspendidas al presentar una nueva solicitud de asilo, las personas pueden ser deportadas rápidamente si no pasan una evaluación inicial.
“La gente es más propensa a rendirse”
La mujer transgénero de México, identificada en los documentos judiciales como O-J-M, fue arrestada fuera de la sala del tribunal después que un juez concediera la solicitud del gobierno para desestimar su caso.
Ella dijo en un documento judicial que cruzó la frontera en septiembre de 2023, dos años después de ser violada por miembros de un cártel debido a su género, y había estado registrándose regularmente en las oficinas del ICE, como se le indicó.
O-J-M fue llevada a una instalación del ICE en Portland antes de ser enviada a un centro de detención en Tacoma, Washington, donde la abogada Kathleen Pritchard dijo en documentos judiciales que no pudo programar una llamada telefónica legal no grabada durante días.
Tensión en los pasillos
En Seattle, un hombre venezolano se sentó en una pequeña sala de espera, rodeado de otros que sostenían carpetas amarillas al tiempo que media docena de agentes del ICE enmascarados y vestidos de civil se alineaban en los pasillos.
Los manifestantes sostenían carteles en español y lanzaban insultos a los agentes, señalando que sus medidas son inmorales.
El juez Kenneth Sogabe concedió la solicitud del gobierno para desestimar el caso de deportación del hombre venezolano, a pesar de sus objeciones de que él y su esposa enfrentaban amenazas de muerte en su país.