WASHINGTON, DC
Pese a las señales que recibe Donald Trump, no cede en la imposición de aranceles del 25% a sus principales socios comerciales.
Al Mandatario estadounidense no lo mueve ni la incertidumbre que ha generado en la economía de Estados Unidos.
Tras anunciar ayer una exención de aranceles de un mes a los principales fabricantes de autos en EU -Ford, Stellantis y General Motors-, las bolsas reaccionaron favorablemente.
El índice Dow Jones Industrials creció 1.14 por ciento, mientras que el Standard & Poor´s 500 ganó 1.12 por ciento; y el Nasdaq registró una subida de 1.46 por ciento.
A cambio del aplazamiento de aranceles para este sector, el más importante en la relación comercial México-Estados Unidos, el Presidente Trump solicitó a las armadoras sacar su producción de autos de México y Canadá y trasladarla a territorio estadounidense.
El sector de vehículos y autopartes representó el 68 por ciento del superávit comercial de México con EU en el 2024.
"(El Presidente) les dijo que deberían empezar a invertir, empezar a trasladar la producción aquí a los Estados Unidos de América, donde no pagarán aranceles, ese es el objetivo final", dijo Karoline Leavitt, vocera de la Casa Blanca.
En esa misma línea, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, deslizó la posibilidad de otra exención de aranceles para el sector agrícola.
"En cuanto a las exenciones específicas y los recortes para la industria agrícola, tal vez para la potasa y los fertilizantes, está por determinarse.
Confiamos en el liderazgo del Presidente en este asunto. Sé que está muy centrado en estas comunidades", dijo la funcionaria en Washington.
El objetivo sería aminorar afectaciones en los insumos que provee Canadá a agricultores estadounidenses; de momento, no implica ningún cambio para las exportaciones de aguacates, berries y tomates, que son los principales productos mexicanos en el mercado estadounidense
REPRESALIA DE CANADÁCon base en varias declaraciones del gobierno de Trump, los aranceles sobre las importaciones de Canadá, México y China, impuestos el martes, tienen como objetivo frenar la inmigración ilegal, bloquear el tráfico de fentanilo, cerrar la brecha comercial, equilibrar el presupuesto federal y que otras naciones muestren más respeto por Trump.
Todo esto ha llevado a Canadá, un antiguo aliado de Estados Unidos, a decidir enfrentarse a Trump con sus propios aranceles de represalia, rechazando una oferta de la Casa Blanca para posiblemente reducir algunos de los aranceles impuestos el martes.
"No vamos a dar marcha atrás", afirmó el primer ministro de Ontario, Doug Ford, después de hablar con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. "No cederemos. Cero aranceles y eso es todo".