CIUDAD DE MÉXICO – Un estudio realizado por investigadores de la Université de Montreal, el Centro de Investigación CHU Sainte Justine y de la Universidad de Stanford, señaló que gritar y castigar, con golpes o cualquier tipo de violencia, a los hijos podría reducir el tamaño de su cerebro.
La crianza agresiva, es decir, la que se basa en golpes, castigos y gritos puede afectar la estructura cerebral de los niños, publicó la Revista Development and Psychopathology.
Sus estructuras cerebrales afectadas por los gritos, golpes y castigos en los niños son las que intervienen en la regulación emocional, indicó.
Además de alterar la estructura del cerebro del niño, daña seriamente el desarrollo social y emocional a largo plazo. Lo anterior sin omitir que los niños que son criados mediante gritos, golpes y castigos tienen mayor riesgo de padecer ansiedad y depresión en la adolescencia y edad adulta, añadió.
Los científicos estudiaron el desarrollo de un grupo de niños nacidos aproximadamente entre 2005 y 2009. Después, por medio de resonancias magnéticas anatómicas, se repitieron al llegar a edades entre los 12 y los 16 años.
La dura educación recibida por estos niños entre los 2 y los 9 años fue evidente especialmente en los que padecieron conductas más semejantes al maltrato. Existe una relación directa entre las metodologías educacionales, la ansiedad y otras manifestaciones psicológicas en los niños y la anatomía de sus cerebros.
- En cualquier caso, es importante saber que el maltrato infantil reduce el cerebro, pero no la inteligencia, indicó websalud.es.