Nicolás Maduro propone 'cambios' en Venezuela

Caracas, Venezuela. El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso hoy aplicar muchos cambios en el país para hacer frente a la crisis económica y un nuevo proceso de diálogo para la reconciliación nacional, luego de emitir su voto en las cuestionadas elecciones con las que busca ser reelegido. Venezuela realiza hoy unos criticados comicios marcados por la apatía en los que Maduro, pese a la profunda crisis económica, enfrenta pocos escollos para lograr otros seis años de gobierno. Sin los principales candidatos de la oposición, con un tribunal electoral percibido como afecto al gobierno y en medio de críticas de muchos países que dijeron que no reconocerán los resultados, el heredero del líder Hugo Chávez se enfrenta a tres rivales minoritarios que fracturaron el voto opositor. Dos minutos después de las 6:00 horas locales y al abrir las mesas, Maduro sufragó en un centro del oeste de Caracas. Aquí hay que cambiar muchas cosas, y yo diría hoy aquí hay que cambiar en lo esencial los métodos de Gobierno cada vez más y hacer un Gobierno inclusivo de unidad nacional, un Gobierno de diálogo, de acción permanente, con el pueblo, dijo el Mandatario. Voy a convocar acompañantes internacionales para que nos ayuden, nos apoyen, nos faciliten esos procesos de diálogo, un diálogo para ir a un proceso de reconciliación nacional. Hace falta poner el odio, la revancha, el enfrentamiento estéril a un lado, hace falta reencontrarnos entre venezolanos, sostuvo. ¿Qué queremos los venezolanos? Una nueva economía, la que tenemos hoy no nos sirve porque ha sido infectada por el neoliberalismo. Venezuela, la nación con mayores reservas petroleras del mundo, sufre una recesión, hiperinflación y escasez de todo tipo de productos que deterioraron el tejido social y empujaron a más de un millón de venezolanos a abandonar su país. Una nuevo triunfo de Maduro podría desatar sanciones petroleras de Estados Unidos y una nueva condena de países vecinos y de Europa. Maduro culpa de la situación a una guerra económica de la oposición con apoyo de Washington para desbancarlo, pero sus críticos dicen que el mal manejo económico y los controles sobre la economía sumado a la caída del precio internacional del crudo que Venezuela exporta han desencadenado la situación actual. Con la coalición opositora -cuyos líderes más populares están encarcelados o tienen prohibido postularse- llamando a abstenerse y dejar las calles desoladas para no legitimar lo que denomina una dictadura, la apatía ganó terreno entre muchos venezolanos. Muchas encuestas esperan una baja afluencia. Aunque no se espera que le hagan sombra a Maduro, sus dos principales retadores son el ex Gobernador Henri Falcón, un ex chavista que también pasó por la coalición opositora y busca conquistar a los oficialistas desencantados, y el pastor Javier Bertucci, que confía en movilizar el voto evangélico del país. Yo no voy a dar mi voto, no voy a ser partícipe de algo fraudulento, dijo Shelimar Figueroa, una estudiante de Derecho de 22 años, en Barquisimeto, capital del estado occidental Lara, que fue gobernado por Falcón desde 2008 hasta el año pasado. Por eso Maduro ha llamado a los 20.5 millones de ciudadanos empadronados, desde las costas del Caribe hasta las sabanas del interior venezolano, a salir a votar. Las autoridades agilizaron trámites entregando ayer cédulas, el único documento válido para votar, para que los venezolanos que no la tenían puedan sufragar hasta las 18:00 horas locales, cuando cierran las urnas. Y el gobierno ha acelerado también con su aceitado aparato la distribución de cajas de alimentos a precios subsidiados a los que menos tienen, el electorado históricamente más fiel al chavismo. Tengo tres hijos y con la caja me va muy bien, dijo Janneth Pérez, de 39 años y residente de la inmensa barriada de Petare, en un mitin oficialista. Seguiré apoyando a Maduro hasta que Dios salga de mí.