Nicaragua paralizada por protesta nacional

Managua, NicaraguaLas calles a través de Nicaragua lucen hoy vacías debido al paro nacional de 24 horas con el que los nicaragüenses presionan al presidente Daniel Ortega a cesar la violencia, a renunciar al cargo y a responder por los más de 150 muertos que ha dejado la represión gubernamental.Mientras las actividades permanecen suspendidas este jueves en todo el país, la esperanza de una solución a la crisis se centra en el Diálogo Nacional que se reanudará hoy viernes entre la sociedad civil y el gobierno de Ortega, con la mediación de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).El paro nacional, convocado por la Alianza Democrática por la Democracia y la Justicia, comenzó con un “cacerolazo” en todo el país al primer minuto de este jueves, la jornada número 58 de las protestas contra Ortega, las cuales comenzaron el pasado 18 de abril por los planes del gobierno de reformar el sistema de Seguridad Social.Bancos, gasolineras, fábricas, supermercados y todo tipo de comercios, como hoteles y restaurantes, permanecen cerrados, mientras que el transporte público y privado está suspendido en la capital Managua y en otras ciudades y pueblos del país, en tanto que los servicios médicos continúan sus labores con normalidad.La paralización de todas las actividades en el país, incluye los tranques en carreteras, contra los cuales las fuerzas de seguridad han conducido esta semana un operativo para removerlos y liberar la circulación. Sin embargo, Managua amaneció este jueves aislada por estos bloqueos.Pence pide poner fin a campaña de represiónEl vicepresidente estadunidense Mike Pence llamó ayer al gobierno de Nicaragua a poner fin a la violenta represión que ha dejado más de un centenar de muertos, mientras la Conferencia Episcopal en esa nación impulsa restablecer el diálogo para buscar una salida negociada a esa crisis.“Llamamos a Daniel Ortega a que ponga fin a los crímenes de su gobierno y a responder al clamor de su nación por democracia y derechos humanos”, dijo Pence ante cientos de lideres religiosos hispanos congregados aquí en el Desayuno Nacional Hispano de la Oración.Su exhorto se produjo poco después de que el Secretario General de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrau, elevó a 143 la estimación de los muertos, en el marco de la represión oficial iniciada desde el pasado 18 de abril.