Nazario, el apostol del narco

La realidad contemporánea de México ha engendrado a un hombre singular, del que muy poco se sabe. Su nombre es Nazario Moreno González. Autor de una obra con pretensiones éticas, filosóficas y religiosas, este michoacano es una figura compleja: jefe de un cártel del narco y apóstol, despiadado y misericordioso, predicador de la bondad y asesino nato, mesiánico y pragmático a la vez. Fundador de La Familia Michoacana e inspirador clave de Los Caballeros Templarios, fue abatido en diciembre de 2010 por las fuerzas federales, pero dejó una herencia: un libro con tintes mesiánicos en que se regocija hablando de humildad, valentía, honradez, amor a Dios, generosidad, paciencia y otras cualidades humanas, firmado por el alterego de Nazario: El Más Loco. Un texto extravagante y alucinante que no pasaría de eso si no fuera porque su autor auspició directamente la costumbre de que sus huestes también firmaran a su manera la barbarie del narcotráfico. Junto a los cadáveres o cabezas sin cuerpo de sus víctimas se halla